Gran Bretaña: se buscan médicos extranjeros y enfermos dispuestos a viajar
El Servicio Nacional de Salud británico pretende resolver sus problemas contratando médicos extranjeros y llevando enfermos a hospitales del continente
Las autoridades británicas han anunciado dos soluciones para los problemas del Servicio Nacional de Salud (NHS): más médicos y menos pacientes, o lo que es lo mismo, contratar médicos extranjeros y llevar a hospitales del continente a enfermos que no se pueden atender en el Reino Unido. El gobierno se ha comprometido a contratar 10.000 médicos antes de 2005. Hay que tener en cuenta que el número de nuevos médicos registrados el año pasado fue el más bajo desde 1992. Y además están alcanzando la edad de jubilación muchos médicos asiáticos que vinieron a Gran Bretaña en los años 60.
The Economist (1-IX-2001) considera que las críticas de la oposición a la contratación de médicos extranjeros carecen de fundamento, si se tiene en cuenta que la mitad de los médicos en ejercicio en Gran Bretaña no son nativos. Y no es para quejarse, pues el NHS, al contratar a personal formado en otros países, se ahorra los gastos de formación. El sueldo de un médico en las Islas es más alto que en algunos países de la Europa del Sur, que tienen exceso de médicos. Pero la vida también es más cara en Gran Bretaña.
Lo que está claro es que Gran Bretaña necesita más médicos. La proporción de médicos por mil habitantes en el Reino Unido, según los datos del Banco Mundial correspondientes a 1999, era de 1,5 por mil, inferior a la de otros países europeos (ver cuadro).
La escasez de médicos se nota también en las demoras en la atención a los enfermos. La lista de espera de pacientes que aguardan tratamiento hospitalario en el NHS ronda el millón, de los cuales 46.000 han tenido que esperar más de un año. El gobierno ha decidido abandonar la resistencia a enviar pacientes a hospitales extranjeros, con algunos de los cuales se propone llegar a acuerdos.
Una sentencia de la Corte Europea de Justicia, en julio pasado, ha podido influir en los responsables de la Sanidad británica. El Tribunal consideró que la atención sanitaria se rige también por las leyes comunitarias de libre circulación de bienes y servicios, y que los pacientes tienen derecho a buscar tratamiento en el extranjero, a menos que pudieran ser atendidos en su país sin una demora excesiva.
Aunque se afirme que los problemas del NHS son más de plantilla que de caja, parece claro el menor coste de una estancia hospitalaria en un centro privado de Bélgica, Francia o Alemania, si se compara con un hospital privado británico. Operarse de cadera cuesta un 25% menos en Bélgica y un 16% menos en Alemania.