Un comité de la Universidad de Harvard, encargado de revisar los planes de estudios de los pregraduados, acaba de firmar un informe preliminar en el que recomienda crear una asignatura obligatoria de religión. El informe señala que la educación liberal que se imparte en Harvard, a la que califica de «profundamente secular», no prepara adecuadamente a los alumnos para la vida fuera de la universidad. El objetivo de la asignatura es colocar a los estudiantes y profesores en el centro de los debates religiosos contemporáneos.
La asignatura, que podría titularse «Razón y Fe», contendrá materias de política internacional, diálogo entre religión y ciencia, y religión como creencia personal. Según Louis Menand, profesor de Harvard y codirector del comité, «hace treinta años, cuando se revisó por última vez el plan de estudios, la gente nos habría dicho que la religión no era algo que debiera conocer todo el mundo. Hoy, muy pocos discutirían que es extremadamente importante en la vida moderna» («The Wall Street Journal», 5-09-2006).
La revisión del plan de estudios ha durado cuatro años. La mayoría de las reformas se refieren a la Facultad de Artes y Ciencias, que engloba los estudios de Humanidades, Ciencias Naturales, Informática y Ciencias Sociales. La Universidad de Harvard maneja un concepto de «educación general» que busca conectar lo que los estudiantes aprenden en la universidad con la vida después de Harvard, para que les ayude a comprender la complejidad del mundo. De ahí que, aparte de las asignaturas específicas de cada disciplina, el informe incluya cursos obligatorios de ética, historia, sociedades extranjeras, etc. La religión será una más.
La Universidad de Harvard se fundó en 1636 para formar a ministros protestantes. Aunque anteriormente tuvo otros, en 1692 adoptó el lema «Veritas, Christo et Ecclesiae» (La verdad por Cristo y la Iglesia) y se encajó en el escudo, formado por tres libros, que representaban la razón y la revelación divina. Los dos libros de la parte superior, que se mostraban abiertos, representaban la palabra de Dios revelada a través del Antiguo y el Nuevo Testamento. El tercer libro, puesto del revés, simbolizaba los límites de la razón y la necesidad de la revelación divina.
Los derroteros secularistas que tomó la universidad siglos después se han visto reflejados en el escudo. Ahora solo aparece la palabra «Veritas», de la que dicen que es una forma abreviada del lema o el emblema familiar. En cualquier caso, el lema completo ya no se utiliza de forma oficial. Al tercer libro se le dio la vuelta en algún momento, quizás con la idea de representar justamente lo contrario del escudo original: la razón no tiene límites y la revelación no es necesaria.
ACEPRENSA