Los delegados de la American Medical Association (AMA), equivalente estadounidense al Colegio de Médicos y una de las instituciones médicas más poderosas de EE.UU., han decidido apoyar en el Congreso una legislación que prohibiría la cooperación al suicidio en todo el país.
En la actualidad, la potestad de permitir la eutanasia está en manos de cada Estado. De hecho, se aplica en Oregón desde 1994, California cuenta con un proyecto parecido y Maine pretendía celebrar un referéndum sobre el asunto el año que viene (ver servicio 158/99).
Sin embargo, la Cámara de Representantes aprobó el pasado octubre una ley que prohíbe la cooperación al suicidio, proyecto que ahora debe ser debatido por el Senado. Esta ley regula la administración de cuidados paliativos a los enfermos terminales y prohíbe utilizar fármacos letales para provocar su muerte. El apoyo inicial de la AMA fue fundamental para la aprobación de la ley en la Cámara. Ahora, esta institución ha decidido perseverar en el apoyo a esta legislación y trabaja con el Estado y las instituciones especializadas en la mejora de algunas de las cláusulas aprobadas por la Cámara. «Estamos convencidos de que en la cooperación al suicidio el médico realiza una acción anti-ética y sobre todo anti-natura», señala el presidente de la AMA, Thomas R. Reardon.
La decisión de la AMA es importante, pues se trata de una asociación que representa a más de 300.000 médicos del país.