Anunciada nada menos que como «la» biografía, acaba de publicarse en castellano El Papa Juan Pablo II (1), del periodista Tad Szulc, antiguo corresponsal del New York Times. Su mejor tarjeta de visita consiste en que se trata de la primera biografía del Papa en la que el biografiado ha colaborado activamente, entrevistándose con el autor y proporcionándole documentación inédita. Por otra parte, personalidades de la Iglesia y de la política, y amigos personales del Papa, han prestado también su colaboración. El resultado, que no es una «biografía autorizada» (no ha sido revisada por el Pontífice, antes de publicarse), tiene sus luces y sus sombras.
Visto por un no católico
El planteamiento del autor, y su propia personalidad -periodista norteamericano, judío de raza y de origen polaco-, son una de las claves del libro. Szulc pretende explicar a una sociedad multicultural como la norteamericana el porqué del «excepcional liderazgo moral» del Papa. Y para esa tarea reúne condiciones de hombre-puente difíciles de igualar.
En primer lugar, es un no católico que se dirige a no católicos (la sociedad norteamericana en general), y por eso comenta dogmas, ritos y tradiciones católicas, con afán descriptivo y sin hacerse farragoso ni apologético.
Su origen judío añade una perspectiva interesante. Se muestra muy sensible -casi emocionado, diría- a las numerosas manifestaciones de aprecio del Papa hacia los judíos, y dedica muchas páginas -el lector español quizá piense que demasiadas- a todo lo que tiene que ver con esto. Su condición de judío de raza le ha abierto también las puertas de la memoria de algunos protagonistas de la historia.
Otro elemento que hay que anotar en el haber del libro es el situar al Papa en su contexto histórico y cultural. Szulc dedica bastante espacio a la historia de Polonia, y así se entiende mejor el gusto del Papa por el lenguaje de los símbolos y los gestos, el modo de enfrentarse a los problemas de índole política o social, y hasta el papel que ocupa la cultura en el pontificado actual. Lo hace además acudiendo a material hasta ahora inédito: informes de la policía política polaca, conversaciones con antiguos miembros del régimen comunista, etc.
También es destacable la acertada descripción de la caída de los regímenes comunistas en general, y muy en particular en Polonia. La reconstrucción de ese apasionante proceso, a través de los recuerdos del general Jaruzelski y de otros protagonistas, será punto de referencia para los libros de historia.
Por tanto, el enfoque del libro es positivo hacia la persona del Papa. Szulc contempla al Papa desde una postura muy respetuosa, que en algunos momentos desemboca en afecto y admiración abiertas. Pero lo que no logra es acercarse al núcleo del mundo interior del Papa. Szulc nos presenta a un gran hombre con ideas intransigentes; un líder en todo lo humano (visión de la historia, de la política, del gobierno, de la amistad, de la apertura mental), pero intolerante en lo religioso.
Lo sobrenatural, al margen
Szulc se pregunta: ¿por qué el Papa es tan querido y admirado en el mundo, y tan poco seguido en la Iglesia?; ¿por qué la Iglesia católica está en franca retirada frente al islam, al fundamentalismo protestante y a tantas sectas, y no acaba de aprovechar el renacimiento religioso que tiene lugar en el mundo, y de modo muy especial en América? Porque la Iglesia no acepta las peticiones de la base, y esa intransigencia la separa de los fieles, parece sugerir el autor. Lo que no explica es por qué los grupos religiosos que han mantenido una mayor cohesión doctrinal y moral son los que han progresado más en los últimos tiempos, en la Iglesia católica y en otras, mientras que los que han cedido más a la presión ambiental son los que han ido a menos.
Esta falta de capacidad para entender al Papa en su intimidad, sus razones más profundas y sus anhelos más radicales, constituye el principal defecto del libro. En este sentido, su intención de escribir un retrato del Papa, de dibujar su perfil psicológico, se queda corta. Es ilustrativa la respuesta del Papa a la petición de Szulc de escribir su biografía: «Una biografía tiene que ser algo más que una retahíla de fechas, acontecimientos y citas… Tiene que llegar a lo que en polaco llamamos ‘el corazón del hombre’, a su alma, a sus pensamientos íntimos». Szulc ha dedicado tiempo y energías a conocer el marco histórico y sociológico del Papa (la historia de Polonia, la religión católica, el derecho de la Iglesia, etc.). Pero al dejar de lado lo sobrenatural, no llega al corazón del hombre Karol Wojtyla.
Es algo así como en la Divina Comedia: Szulc es un magnífico Virgilio, que hace de guía en lo humano del Papa, pero no alcanza a mostrar lo sublime: es incapaz de enseñar el Cielo, y ha de dejar su puesto a Beatriz.
Esa es, a mi juicio, la raíz de los demás puntos flacos del libro. Szulc repite la estereotipada idea de que el Papa es progresista en lo social y reaccionario en lo teológico, y emplea categorías políticas para juzgar lo religioso. Concede el puesto eminente del magisterio papal a sus «noes»: su no al aborto, a la anticoncepción, a la homosexualidad, a la eutanasia, al sacerdocio femenino, al matrimonio de los sacerdotes…
Junto a esto, Szulc ha bebido de fuentes eclesiales algo turbias (sobre la teología de la liberación, por ejemplo), sin contrastar esa información con otras más claras, y el resultado es maniqueo: presenta a una Iglesia radicalmente dividida en buenos y malos.
Estas sombras quedan en cierto modo escondidas, puesto que la biografía pone el acento en la faceta pública del personaje, en lo que ha influido en el mundo (más que en la Iglesia), y lo hace con admiración. Pero no cabe duda de que el defecto es serio, y que «la biografía» del actual pontífice está aún por escribir.
A pesar de sus limitaciones, es un libro interesante. Quizá parezca extraño, pero esta biografía puede decir más a quienes -por sus ideas, su cultura, e incluso su religión- se sienten lejos del Papa. Y tanto a creyentes como a no creyentes descubrirá la grandeza humana de un Papa que pasará a la historia como uno de los grandes protagonistas del siglo XX.
Yago de la Cierva________________________(1) Tad Szulc. El Papa Juan Pablo II. La biografía. Ed. Martínez Roca. Barcelona (1995). 540 págs. 3.300 ptas. (Tít. or.: Pope John Paul II. The Biography. Scribner. New York. 1995. 542 págs.).