Estados Unidos
Más de 30 ayuntamientos norteamericanos han pedido que en sus Estados se suspenda la aplicación de la pena de muerte. El motivo es la sospecha de que los condenados no tienen garantías suficientes, por lo que los ayuntamientos proponen que se revise el funcionamiento del sistema y, entretanto, se detengan las ejecuciones. Entre los municipios que han tomado esta iniciativa se encuentran San Francisco, Filadelfia, Atlanta o Baltimore. Las mociones no son vinculantes, ya que la Justicia es competencia de los Estados. Hasta ahora, solo un Estado, Illinois, ha suspendido las ejecuciones (ver servicio 82/00) mientras examina el procedimiento judicial.