A partir del 1 de enero las empresas noruegas que cotizan en Bolsa tienen un plazo de dos años para lograr que el 40% de los puestos del consejo de administración estén ocupados por mujeres. La ley que lo impone amenaza con fuertes multas e incluso con la disolución a las empresas renuentes.
La ley fue aprobada ya hace dos años bajo un gobierno democristiano (cfr. Aceprensa 111/03), que animó a las empresas a ir tomando medidas. El actual gabinete de centro izquierda, formado tras las elecciones del pasado otoño, ha decidido que ha llegado el momento de exigir su aplicación.
Los empresarios sostienen que la cuota femenina obligatoria es una medida demasiado radical y que la mayor presencia de mujeres en los consejos de administración se irá consiguiendo por la natural evolución hacia la igualdad. Pero el gobierno ha estimado que el cambio se está produciendo con demasiada lentitud. Cuando se aprobó la ley en 1993, el porcentaje de mujeres en los consejos de administración de las empresas privadas era un 8,4%; y en julio de 2005 había subido al 17%. Solo 68 empresas de las 519 cotizadas en Bolsa cumplían el objetivo del 40%. En las empresas públicas, ya en 1993 el porcentaje era un 45%, proporción que se ha mantenido.
A pesar de sus reticencias, la confederación de empresarios ha creado el programa Female Future para buscar y formar candidatas a los consejos de administración. En su base de datos hay por ahora quinientos nombres. Pero necesitará bastantes más para cubrir el objetivo del 40%.
En Noruega, en 1979 la ley de Igualdad de Status impuso la paridad de sexos en los organismos públicos. Desde 1986 las mujeres ocupan la mitad de los puestos del gobierno.