Todo parece haber sucedido según la pauta por desgracia tan sabida. Un paidófilo se aprovecha de su trabajo con niños y adolescentes para abusar de algunos. En cierta ocasión, alguien se entera, y lo comunica a los superiores, que apartan al sospechoso del lugar de los hechos pero no informan a la policía ni le impiden que siga en contacto con menores en otras dependencias de la institución. Cuando por fin las autoridades civiles se enteran e investigan el caso, se descubren que hay más víctimas y los abusos se prolongaron por espacio de quince años.
Así ocurrió en la Penn State, la Universidad Estatal de Pensilvania (EE.UU.), según la acusación formulada contra un ex entrenador ayudante del equipo de fútbol americano, Jerry Sandusky, que f…
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