Breves notas sobre algunas películas que se estrenan el 19 de diciembre
Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?
Qu’est-ce qu’on a fait au Bon Dieu?
Director: Philippe de Chauveron
Los Verneuil, Claude y Marie, son un matrimonio de raíces profundamente francesas. Cristianos de siempre, no entienden qué les pasa a sus cuatro hijas. La primera se ha casado con un musulmán de origen argelino; la segunda, con un judío; la tercera, con un chino… A Claude y Marie les gustaría que la pequeña se casara por la Iglesia, con un católico.
Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? es una comedia sin pretensiones, pero bastante lograda: con buenos actores, diálogos agudos y situaciones divertidas. La temática es de rabiosa actualidad: los matrimonios “mixtos” en Francia son muy numerosos, y en ocasiones revelan aversiones, cierto racismo y cierta xenofobia. El arranque resulta excesivamente paródico, pero una vez que se han establecido las reglas del juego y los personajes están en su lugar, la cinta va a más continuamente. Chauveron, que se encuentra cómodo en el terreno de la comedia, juega la baza del buen cine francés, y logra una película universal: la intransigencia y la xenofobia se encuentran a ambos lados y todos tienen que hacer un esfuerzo para convivir. Fernando Gil-Delgado.
Mr. Turner
Director: Mike Leigh
El británico Mike Leigh presenta un biopic de William Turner, el pintor inglés al que muchos denominaban “pintor de la luz” y al que se considera precursor del impresionismo. La película ilustra bien la genialidad del artista y su rudeza como persona. Un hombre capaz de captar como pocos la belleza de un paisaje, la majestuosidad de una puesta de sol o la paleta de colores con la que pinta la naturaleza sus espacios y que, sin embargo, se muestra incapaz de demostrar esa sensibilidad en el trato con los seres humanos que le acompañan, especialmente si de mujeres se trata.
La película, magníficamente fotografiada –como no podía ser de otra forma– e interpretada (Turner es Timothy Spall), tiene una estructura muy clásica, un tempo excesivamente lento y un metraje alargado que pueden retraer a los espectadores menos acostumbrados a ver una película como se contempla un cuadro: con paciencia y sin prisas. Ana Sánchez de la Nieta.