La sentencia del Tribunal Supremo que en 2015 estableció el matrimonio homosexual en todo EE.UU., redactada por el juez Anthony Kennedy, envió un mensaje tranquilizador a la población cuya fe o concepción moral le impide estar conforme con la decisión. En virtud de la Primera Enmienda a la Constitución, decía, “las organizaciones y personas religiosas gozan de la debida protección para enseñar los principios que son tan valiosos y tan centrales para su vida y su fe”. Por eso, el fallo no supone “riesgo ni perjuicio alguno para ellas o para terceros”.
(Actualizado el 28-06-2019)
No están tan seguros los ciudadanos que, por coherencia con sus convicciones, han rehusado contribuir a la celebración de bodas gais y han sido sancionados por obr…
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