Tras superar diversas dificultades administrativas, abrirá sus puertas en septiembre, en la ciudad de Lille, el Liceo Averroes, primer centro de enseñanza media privado francés promovido y financiado por la comunidad musulmana. Sus clases y laboratorios estarán situados dentro de los locales anejos a una de las mezquitas de esa ciudad del norte. Hasta ahora, en Francia, sólo existía una institución semejante en la isla de Réunion.
El proyecto podrá ir adelante gracias a la decisión del Consejo superior de la educación francesa, que resolvió en alzada el recurso planteado contra las sucesivas negativas de la autoridad académica del distrito de Lille. La primera denegación se produjo en mayo de 2002, basada en que el director no reunía los cinco años de antigüedad requeridos; la segunda fue en diciembre, esta vez por no cumplir todas las exigencias en materia de seguridad; la última, el pasado mes de mayo, porque el parecer positivo de la comisión municipal de seguridad llegó tarde a conocimiento del rectorado.
El liceo comenzará con una sola clase, de segundo curso (15-16 años), que acogerá entre 25 y 30 alumnos y alumnas. Contará con diez profesores -cuatro mujeres y seis varones, dos de ellos no musulmanes-, que proceden de la enseñanza pública y privada. El rector de la mezquita de Lille-Sud declara al diario Le Monde (15-VII-2003) que no será un colegio religioso. Ofrecerá enseñanzas del Islam y de la cultura musulmana, pero de manera opcional. No habrá obligación ni prohibición alguna respecto del velo islámico, cuestión tan debatida en Francia en los últimos meses, dentro y fuera de las aulas: por ejemplo, acaba de ser despedida una funcionaria pública por llevar el foulard en el trabajo, en contra de las instrucciones de la superioridad.
El colegio estará abierto a todos, aunque habrá un proceso de selección antes de admitir a alumnos no musulmanes. Según el director adjunto, uno de sus profesores enseñaba hasta ahora en un liceo católico de Roubaix, en el que actualmente son mayoría los alumnos musulmanes, atraídos por el prestigio del centro: «Podría perfectamente producirse una situación inversa -afirma-, pero llevará su tiempo».
De la financiación se hará cargo la comunidad musulmana de Lille, con la cooperación de algunas asociaciones. Los alumnos pagarán alrededor de mil euros por curso. Dentro de cinco años, según lo previsto legalmente, podrán optar a un contrato de asociación con la educación nacional, con los consiguientes beneficios económicos.