Privilegiar el trabajo es el punto fuerte del programa de la Alianza de centro derecha que ganó las elecciones suecas el pasado septiembre, desplazando del gobierno a los socialdemócratas. Los analistas políticos advierten que el cambio en el voto de muchas mujeres ha sido un factor decisivo en el resultado electoral. Ahora el nuevo gobierno deberá tener en cuenta el deseo de esas madres de combinar trabajo y hogar.
Fredrik Reinfeldt, el líder del partido conservador, no se cansó de repetir a lo largo de la campaña que hay que fomentar el trabajo más que los subsidios; debe haber una diferencia más marcada entre los que trabajan y los inactivos. Hoy los indicadores económicos son buenos, pero un número relativamente elevado de suecos están fuera del mercado de trabajo.
La tasa de actividad de las mujeres es de un 71,8%, frente a un 75% de los hombres. La tasa es alta en comparación a la de otros países (la media de la Europa de los 15 es 56,7% para las mujeres, y la de España un 49%), pero podría ser mayor si la legislación hiciera posible que madres que no trabajan pudieran hacerlo como empresarias autónomas sin dejar a sus hijos pequeños.
Tradicionalmente la mayoría de las mujeres suecas votaban a la izquierda, en virtud de la identificación entre izquierda y feminismo. Pero esto ha cambiado en las últimas elecciones. Gudrum Schyman, un mito en el feminismo de izquierdas sueco, no ha sido reelegida. Tampoco el partido Iniciativa Femenina, que quería aglutinar el voto de las mujeres, no ha obtenido apoyo suficiente para entrar en el Parlamento.
Elise Claeson, conocida columnista del diario «Svenska Dagbladet», hablaba en un reciente artículo de «la nueva mujer de derechas». Esta mujer no pretende una igualdad como la que propugna Maud Olofsson, dirigente del partido del Centro, que quiere que la mitad de los altos puestos del gobierno sean ocupados por mujeres. Sus preocupaciones son más prácticas. Según Claeson, muchas de estas nuevas mujeres de derechas quieren quedarse en casa cuidando a sus hijos, al mismo tiempo que se ganan el sustento; desearían poder combinar trabajo y hogar. Cita a una mujer de origen inmigrante, que ha votado a los nuevos conservadores: «Somos muchas las inmigrantes de Somalia que teníamos allí nuestra empresa. Pero ninguna de nosotras ha conseguido ponerla en marcha aquí en Suecia».
Para la articulista, «estas mujeres casadas han redescubierto las virtudes de la ‘derecha’ como la laboriosidad, la economía y la iniciativa privada. Pero también sus instituciones, como son el hogar, la familia y el matrimonio, y han advertido que la persona por sí misma puede contribuir al bien común y gozar de seguridad sin caer en manos de lo social».
Este nuevo tipo de mujeres son las que quizás han hecho que la Alianza ganara las elecciones, ya que la participación del colectivo femenino en las votaciones ha sido mucho mayor que la de los hombres. Y no sería extraño pensar que fueron «las madres» las que decidieron el destino de las elecciones, pues dos de cada tres madres (y padres) están a favor de una subsidio para el cuidado de los niños, tema que decidió la Alianza en el último momento.
Menos impuestos para trabajos del hogar
La Alianza ha puesto también gran énfasis en la necesidad de disminuir los impuestos para los servicios directamente relacionados con el hogar, como la limpieza, el cuidado del jardín y el lavado de la ropa. También las empresas que hoy venden estos servicios pagarían la mitad de impuestos actuales, cosa que se reflejaría en el precio al consumidor.
En la práctica esto significa que una hora de limpieza o de cualquier otro de estos servicios costaría entre 135 y 155 coronas (16,7 euros) en vez de las 300 que cuesta con los impuestos actuales. Los hogares que contratan estos servicios en «negro» suelen pagar entre 70 y 90 coronas la hora.
Uno de estos hogares era el de la ministra de Comercio, que ha tenido que renunciar a su puesto por haber contratado a una niñera en «negro» y poseer una casa de lujo aunque en los papeles aparezca como dueña una empresa con sede en un paraíso fiscal. También ha debido dimitir la recién estrenada ministra de Cultura, por no haber pagado la licencia de televisión durante más de diez años. En general, la gente ha reaccionado en contra de los periódicos por la forma como han acosado a estas personas.
Según una encuesta entre mil suecos encargada por el periódico «Svenska Dagbladet» en la que se preguntaba si contratarían servicios para el hogar si no costaran más de 155 coronas, el 24% dijeron que sí, el 70% que no y el 6% estaban dudosos o no sabían. Los más proclives a contratar estos servicios son los empresarios (casi uno de cada dos) y los que tienen una educación de nivel universitario, pero esto en realidad no es sorprendente. Entre estos figuran sobre todo familias jóvenes con niños pequeños, donde los dos padres trabajan y no tienen tiempo.
____________________Con informaciones de Alejandra Lemmo desde Estocolmo.