Los trigger warnings (TW), como se conoce a estos avisos, nacieron en el ámbito de la blogosfera feminista como una forma de evitar que mujeres víctimas de abusos sexuales encontraran historias, testimonios o vídeos que pudieran disparar sus malos recuerdos, y provocar una reacción de estrés post-traumático. Además de las mujeres abusadas, otro de los públicos a los que pronto se aplicó esta forma de protección fue el de los veteranos de guerra: las imágenes de violencia explícita podrían reavivar recuerdos traumáticos.
Sin embargo, últimamente se han extendido más allá de sus primeros objetivos y han llegado a las aulas de algunas universidades norteamericanas, como cuenta un reportaje del New York Times que ha tenido mucho eco en otros me…
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