“Madre-Padre-Hijo: mientras en este país aún sea posible decirlo, sin incurrir en un delito, no me cansaré de calificarlo como la familia normal. Dentro de unos años seguramente tendremos que salir clandestinamente por las noches para hacer pintadas con esta frase en las paredes. Insisto. No porque considere otras formas de vida anormales o porque, con gran ignorancia de mi parte, no quiera ni pueda aceptar que también existen otras formas de vivir, sino porque Madre-Padre-Hijo son la mayoría. No solo en Alemania, sino en todo el mundo. Todavía”.
(Actualizado el 10-03-2014)
Este es el mensaje del libro “Entonces, abróchate la blusa. Un grito en contra de la locura de la igualdad” (1), escrito por Birgit Kelle, periodista, casada y madre de …
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