Contrapunto
Dos noticias sobre salud reproductiva, el mismo día y en el mismo país. La Cámara de Representantes norteamericana aprueba por 220 votos contra 209 un fondo de 385 millones de dólares para programas de control de natalidad dentro de la ayuda al desarrollo. Argumento básico del lobby capitaneado por Planned Parenthood: los anticonceptivos evitarán millones de abortos en los países pobres.
De una píldora a otra. El mismo día, el Population Council (fundación dedicada a financiar el control de la natalidad) llega a un acuerdo comercial para distribuir en Estados Unidos la polémica píldora abortiva RU486. La Food and Drug Administration -organismo federal encargado del control de medicamentos- decidió el pasado septiembre que la píldora era segura y efectiva, y por lo tanto «aprobable», aunque faltaba por aclarar la distribución comercial. Argumento de los promotores de la píldora: así el aborto será menos traumático y más asequible, en un país donde se producen 1,4 millones de abortos al año. Se revela de este modo otra faceta del pro choice: el derecho a elegir argumentos contradictorios, siempre que lo exija la salud de la empresa.
Juan Domínguez