El movimiento francés en defensa de la familia –llamado “la Manif pour tous”–, que se consolidó en su lucha contra el matrimonio gay, ha vuelto con éxito a la calle. El domingo logró otra demostración de fuerza con una masiva manifestación en París, con estimaciones que oscilan entre 500.000 y 70.000 asistentes, y en Burdeos. Los participantes clamaban contra el recurso a los vientres de alquiler y contra la enseñanza de la teoría de género en la escuela, así como contra el reconocimiento de los derechos de filiación de los hijos de parejas de lesbianas que han usado la inseminación artificial.
En vísperas de la manifestación, y con ánimo de calmar los ánimos, el primer ministro francés, Manuel Valls, concedió una entrevista al diario catól…
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