El Congreso de Estados Unidos está tramitando dos proyectos de ley que pretenden mejorar el diálogo médico-paciente al final de la vida. Una de las medidas principales es que los programas públicos de salud Medicare y Medicaid cubran la retribución de los médicos por prestar este servicio. Los impulsores de ambas iniciativas tendrán que superar las reticencias que despertó una propuesta similar en pleno debate en torno a la reforma sanitaria.
Desde que entró en vigor la “Patient Self-Determination Act” en 1990, todos los estados norteamericanos han ido dando directrices para garantizar que los hospitales informan a los enfermos terminales sobre los tratamientos más adecuados a su situación. El problema es que las directrices son demasiado v…
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