Para impedir que el médico Jack Kevorkian, apodado «Doctor Muerte», siga actuando en el territorio de Michigan, el Parlamento de este Estado ha aprobado una ley que prohíbe la cooperación al suicidio y la castiga con hasta cuatro años de prisión. Tres cuartas partes de los Estados norteamericanos tienen tipificada esta conducta como delito; pero no era así en Michigan, por lo que no pudieron prosperar las acusaciones de homicidio que el fiscal presentó contra Kevorkian. El «Doctor Muerte» ha facilitado ya -siempre en Michigan- el suicidio de seis personas, todas mujeres, con enfermedades incurables pero no en estado terminal, mediante una máquina inventada por él mismo.