Una versión de este artículo se publicó en el servicio impreso 4/14
La provincia de Québec lleva tiempo inmersa en una ola de debates sociales, muchas veces a raíz de distintas propuestas del gobierno: sobre la enseñanza de la religión en las aulas, los símbolos religiosos en edificios públicos, y recientemente sobre la eutanasia. En parte, estos movimientos obedecen a una estrategia de enfrentamiento con el gobierno federal –el partido gobernante en Québec promueve la independencia de esta región–, que ya le ha llevado a recibir algún que otro varapalo, incluso dentro de la propia provincia; por ejemplo, cuando el Tribunal Supremo local declaró que no se podía imponer una asignatura de ética y valores religiosos a todos los colegios, incl…
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