El Congreso de los Diputados español aprobó el pasado marzo la ley de eutanasia. España se convierte así en el séptimo país que la permite; el noveno si incluimos a Suiza y Alemania, donde hay suicidio asistido. A pesar de ser un tema de gran calado, apenas se ha debatido en la sociedad, más allá de unos pocos artículos de prensa, algunas convocatorias de protesta o iniciativas meritorias que, en general, no han tenido gran eco.
La falta de debate ha sido deliberadamente buscada por quienes promovían la eutanasia. Al tramitarse como proposición y no como proyecto de ley se ha evitado tener que recabar ciertos informes o convocar a expertos y asociaciones para que dieran su opinión. Ha sido llamativo que no se haya pedido el parecer de la Or…
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