Un paciente que ha sufrido un perjuicio por mala práctica profesional de un médico puede recurrir a los tribunales para obtener una indemnización. Pero también hay accidentes sanitarios aunque el acto médico haya sido correcto y nadie sea responsable. ¿Cómo reparar ese perjuicio? En Francia, el proyecto de ley de derechos del enfermo, que acaba de aprobar la Asamblea Nacional, crea un fondo para indemnizar a los pacientes en los casos de accidentes médicos, afecciones iatrógenas e infecciones contraídas en el hospital.
Cuando los perjuicios se derivan de actos médicos y tienen un carácter grave, pero ni el médico ni el hospital son responsables, serán reparados «a título de la solidaridad nacional». El fondo será financiado por una dotación del seguro nacional de enfermedad.
El proyecto de ley establece un procedimiento acelerado y gratuito para que el paciente pueda ser indemnizado por accidentes médicos, se deban o no a una falta. En cada región habrá una comisión, presidida por un magistrado y formada por representantes de los pacientes, de profesionales sanitarios y de los aseguradores, que se encargará de favorecer un acuerdo amistoso de los litigios.
La comisión emitirá un dictamen sobre las circunstancias, las causas y la extensión de los daños ocasionados por el accidente, así como si hay o no responsabilidad por parte del profesional sanitario. En el caso de que se deba a una falta del profesional o del hospital, que tienen la obligación de estar asegurados, la aseguradora que garantiza la responsabilidad civil debe hacer a la víctima una oferta de indemnización en el plazo de cuatro meses. Si no, el fondo se encargará de hacerlo por ella. Cuando la comisión regional estima que nadie es responsable del accidente, el fondo hará directamente la oferta de indemnización.
Entre otros derechos reconocidos a los enfermos en esta nueva ley, figura el acceso directo al historial médico. Hasta ahora solo podía ser consultado a través de un médico designado. Este cambio ha suscitado reservas, por el temor a las reacciones de los enfermos enfrentados a una «verdad implacable».