Contrapunto
Para inculcar prudencia a los conductores españoles, la Dirección General de Tráfico está utilizando imágenes cada vez más duras e impresionantes en sus campañas por televisión. Si antes mostraba imágenes de un accidente, este año son algunos accidentados los que -desde su silla de ruedas y con dificultades para hablar- nos cuentan su triste experiencia por conducir con una copa de más o hacer un adelantamiento prohibido. Los que han diseñado la campaña piensan que más vale mirar la realidad de frente, aunque sea desagradable y aunque también los niños estén viendo la televisión. Y nadie ha dicho que esto atente contra los derechos de los conductores.
Como contraste, hay que recordar el escándalo que se armó cuando se quiso pasar por televisión el documental «El grito silencioso», que muestra cómo un feto es liquidado en el seno materno. En ese caso sí funcionó la censura. Eran imágenes que podían dañar la sensibilidad del espectador. Y siempre que se intenta mostrar imágenes de la realidad del aborto, son tachadas de desagradables y «demagógicas». Sin duda son imágenes desagradables, pero verdaderas y aleccionadoras como las de los accidentes de tráfico.
Ignacio Aréchaga