El Parlamento cubano aprobó el 22 de diciembre una nueva Ley de Salud Pública, que sustituye a la de 1983 y entre cuyas singularidades está la posibilidad de que los pacientes graves soliciten la eutanasia o el suicidio asistido.
No, esas palabras no están literalmente en el texto legal. El presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia, Leonardo Pérez Gallardo, uno de los intervinientes en el “debate” de la norma –que, como era de esperar, se cerró con el voto favorable unánime de los 470 diputados– lo anunció como si la omisión del concepto o el empleo de un eufemismo atenuara la gravedad del fenómeno: “Se evitan términos como eutanasia en la expresión de la norma jurídica, y se utiliza el plural, que es importante: determ…
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