La empresa farmacéutica Femagen, concesionaria en Alemania de la píldora abortiva RU 486, conocida también por su nombre comercial, Mifegyne, dejará de distribuirla por motivos económicos, aunque los ginecólogos alemanes tendrán todavía la posibilidad de importarla del extranjero. La empresa devolverá la licencia al fabricante francés Exelgyn, que se encargará de vender el preparado directamente a las clínicas alemanas.
El replanteamiento comercial se debe a que el índice de ventas de la píldora es muy inferior al previsto antes de su salida al mercado en el pasado mes de noviembre. La distribuidora aseguró que últimamente consiguió vender entre 500 y 600 envases al mes, muy lejos de la previsión inicial mínima de 20.000 envases anuales. En el primer trimestre de 2000, el 4,5% del total de abortos practicados en Alemania fueron realizados con Mifegyne, mientras que en Francia esta cuota se sitúa en un 35%, según Femagen.
La compañía señaló que el sistema especial de distribución que estipula la legislación alemana convierte la venta del preparado en antieconómica. Debido a su índice de riesgo, la RU 486 no puede encontrarse en farmacias, sino que se envía directamente a los médicos y clínicas, tras cumplir una serie de requisitos y realizar numerosos trámites administrativos.
La baja popularidad de la píldora entre los médicos alemanes se debe además a que los abortos realizados con ella están peor retribuidos que los quirúrgicos, ya que en estos últimos el trabajo del médico es mayor. Los honorarios por un aborto quirúrgico oscilan entre 450 y 550 marcos alemanes, mientras que los de un aborto con la RU 486 solo ascienden a 280 marcos, de los que 160 van destinados a pagar la píldora. Por ello, los ginecólogos alemanes se niegan en muchas ocasiones a recetar la píldora a sus pacientes, concluyó la empresa.
Vicente Poveda