El tratamiento legal de las drogas y de la prostitución sigue dando materia de debate. Ambos son fenómenos muy extendidos y de larga tradición. Responden a la búsqueda del placer por medios inmediatos y sin más esfuerzo que el pago. Los dos han creado una industria clandestina con ganancias suculentas. Tienen costes no solo personales, sino también sociales, pues van acompañados de trata de personas, crimen organizado, violencia, corrupción. Los dos han demostrado su resistencia frente a los intentos de erradicación, tanto en países ricos como en países pobres.
Ambos fenómenos provocan hoy reacciones diferentes. Los más entusiastas del laissez faire son partidari…
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