La maternidad subrogada intenta adquirir respetabilidad presentándose como una ayuda desinteresada para parejas que no pueden tener hijos de otro modo, por problemas médicos o por ser parejas del mismo sexo. Pero varios casos de este verano, como la historia de la pareja australiana que, tras recurrir a una madre de alquiler en Tailandia, volvió a casa con una hija sana y abandonó al otro por sufrir síndrome de Down, han puesto de manifiesto el lado oscuro de estas prácticas.
Una versión de este artículo se publicó en el servicio impreso 66/14
Ha habido recientemente una amplia discusión acerca de las circunstancias que rodean al bebé Gammy, que padece síndrome de Down y complicaciones cardiacas, y que al parecer fue abandonado junto a su…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.