Los consultorios católicos alemanes abandonan el sistema estatal de asesorías sobre el aborto
El episcopado lanza una campaña para promover los consultorios, que ya no dan el certificado previo al aborto legal
Los consultorios católicos alemanes que atienden a mujeres con embarazos conflictivos han abandonado a principios de enero la red estatal de asesoramiento sobre el aborto. Se pone así punto final a un asunto que durante varios años creó polémica entre los católicos del país, y que obligó a que los obispos recurrieran a Roma. Según el deseo de Juan Pablo II, los centros administrados por la Iglesia católica seguirán ayudando a las mujeres necesitadas, pero ya no emitirán los certificados que abren las puertas al aborto legal (ver servicio 170/99).
En Alemania, la interrupción voluntaria del embarazo sigue en teoría tipificada como delito, pero no está penalizada si se practica en las doce primeras semanas de gestación. Además, es necesario acudir a una consulta en uno de los 1.690 consultorios reconocidos por el Estado, al final de la cual se emite un certificado de asistencia, requisito imprescindible para acceder al aborto legal. En teoría, la consulta sirve para informar a las mujeres de las ayudas a las que tienen acceso en el caso de que deseen dar a luz; pero, en la práctica, el aborto es libre sin más condición que acudir a un consultorio. De hecho, desde que en 1995 se introdujo la ley hoy vigente, el número de abortos no solo no ha disminuido sino que sigue creciendo paulatinamente.
En los últimos años, desde que, a petición de las autoridades alemanas, la Iglesia católica comenzó a participar en el sistema estatal de asesoramiento, se produjo un duro debate entre los católicos del país. Unos defendían que los consultorios son una herramienta eficaz para salvar vidas, mientras que otros aseguraban que la cooperación eclesiástica en este sistema constituye la justificación moral de una ley del aborto claramente esquizofrénica.
Para poner fin a la discusión, los obispos alemanes trasladaron el asunto a Roma. Juan Pablo II, tras hablar con todos, les pidió que los centros católicos «continúen desempeñando e incluso refuercen en el futuro esa labor tan admirable a favor de la vida, pero que no emitan el certificado de asesoramiento que involucra a los consultorios católicos en un sistema que permite el aborto».
Por fin, el 1 de enero de 2001, los consultorios católicos dejaron de emitir los controvertidos certificados, aunque ello ha traído consigo considerables recortes en las subvenciones para los 270 centros administrados por la Iglesia. Algunas diócesis, como las de Paderborn o Speyer, ya abandonaron la red estatal a lo largo de 2000, mientras que la de Fulda jamás emitió ese tipo de certificados. El único obispo que se ha resistido a abandonar el sistema estatal de consulta ha sido el de Limburg, Mons. Franz Kamphaus, quien ya ha presentado su dimisión al Papa al cumplir los 75 años de edad. Los once consultorios de su diócesis seguirán por el momento emitiendo el certificado.
Tras la salida del sistema estatal de asesoramiento, la Conferencia Episcopal Alemana ha iniciado una intensa campaña de comunicación a nivel nacional bajo el lema «Seguimos ayudando y asesorando». Según explicó el presidente de los obispos alemanes, Mons. Karl Lehmann, la Iglesia católica, ahora sin el apoyo económico del Estado, seguirá ampliando las ayudas a las mujeres embarazadas para así evitar también que aumente la influencia de otras instituciones asesoras que no defienden tan decididamente el derecho a la vida.
Entre tanto, la organización Donum Vitae, fundada hace poco más de un año por laicos católicos alemanes para ofrecer un asesoramiento de «orientación católica», pero emitiendo certificados de asistencia, ya dispone de once consultorios en todo el país. Donum Vitae, que no tiene relación institucional con la Iglesia y que ha sido duramente criticada por varios obispos del país, es una iniciativa del Comité Central de los Católicos Alemanes, una asociación que en ocasiones se ha mostrado abiertamente crítica frente a la jerarquía católica y en especial frente a Roma. Según el nuncio en Alemania, Donum Vitae actúa directamente en contra de la voluntad del Papa.
Vicente Poveda