Muchas buenas novelas nos enseñan los complejos y a veces sorprendentes caminos por los que se llega a la felicidad o a la desgracia. Vidas como árboles nacidos en terrenos más o menos favorables, que logran enraizarse y prosperar, o que sucumben y caen. La vida real es aún más rica en matices y, sin embargo, algunas investigaciones muestran que las reglas para alcanzar una vida lograda no son difíciles de entender. Otra cosa es seguirlas.
Encontrar una “fórmula infalible de la felicidad” puede parecer una tarea imposible, o incluso absurda. El principal obstáculo es evidente: resulta muy complicado aislar la influencia de cada uno de los factores que construyen, a lo largo de toda una vida, eso que llamamos felicidad; un concepto que, por …
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