Suelen ser personas jóvenes, normalmente saludables en lo físico. Podrían seguir formándose para aspirar a un buen puesto en una empresa, o seguir consolidando su trayectoria en esta. Pero están encerrados. No encerrados por otros, no: se han encerrado a gusto. Ellos mismos. Y son millones.
Son los hikikomori, término japonés que define a las personas que se aíslan voluntariamente por largos períodos para evitar todo contacto con sus semejantes. El fenómeno se hizo notar primeramente –como sugiere la fonética de la palabra– en el país del sol naciente (actualmente, como se verá, es también un serio problema en Corea del Sur). Ahora mismo, 1,5 millones de japoneses se encuentran en esa situación, que no solo los afecta a ellos personalmente,…
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Un comentario
muy interesante