Sida

Que se destine tiempo e ingentes recursos a frenar la actual pandemia, no debería restar esfuerzos a la erradicación de la tuberculosis, la malaria y el VIH. Pero está ocurriendo.
Las enfermedades que se contraen por vía sexual no se frenan si no se reduce la exposición al riesgo.
Los progresos son lentos, y la infección no cede en algunas regiones o grupos de población con mayor riesgo.
The Lancet
Un estudio certifica el avance, pero señala que los infectados aún siguen por debajo de la población general.
Si uno no quiere renunciar a los hábitos que le harán contraer el VIH, al menos debería saber que sale muy caro.
Datos de Francia muestran una expansión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual por el aumento de prácticas de riesgo, especialmente por parte de homosexuales.
Dar fármacos por anticipado a los que no quieren abandonar conductas sexuales de alto riesgo plantea un problema de justicia y de eficacia.
BBC
La meta de tener diagnosticado al 90% de los enfermos en 2020 choca con el déficit material y de personal capacitado en muchos laboratorios.
Tras años de reducción, las nuevas infecciones entre adultos dejan de bajar y comprometen el fin de la epidemia de sida.
Dentro del progreso general en la lucha contra el sida, las prácticas homosexuales son la única modalidad de infección que aumenta.
Las personas cuya conducta sexual les coloca en alto riesgo de infección, pueden ser excluidas de la donación, dice el el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En Europa, la más alta proporción de nuevas infecciones por VIH corresponde a hombres que tienen sexo con otros hombres.
Hay menos infecciones y más personas tratadas, pero la epidemia crece entre los grupos más expuestos.
El movimiento que se hizo famoso por sus acciones públicas llamativas ha perdido el favor de la opinión pública.
Cáritas Internacional y ONUSIDA hacen causa común para mejorar el acceso a los antirretrovirales en países de ingresos bajos y medios.
En el país con más seropositivos del mundo se prueban nuevos métodos para simplificar el tratamiento y hacer que los enfermos se ayuden entre ellos.
Uganda, que antes hizo retroceder el sida con una enérgica estrategia de prevención, ha cedido y ahora ve un repunte de las infecciones.
El informe de ONUSIDA destaca los progresos en la lucha contra la epidemia, y reconoce que está fallando en los grupos más expuestos.
La epidemia, señala ONUSIDA, se frena donde se presta atención específica a las personas más expuestas (las que ejercen la prostitución –y sus clientes–, tienen relaciones homosexuales o se inyectan drogas), se trata a los infectados y se logran cambios de conducta en los jóvenes.

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