El médico Carlos Cristos ha muerto a los 51 años en su casa de Mallorca. Este médico de familia gallego padecía atrofia sistémica múltiple, una rara enfermedad neurodegenerativa. Cristos tuvo la idea de hacer una película, Las alas de la vida (ver información sobre la película en el sitio oficial), que dirigió su amigo Antoni P. Canet. El documental, premiado en la Seminci de Valladolid, acompaña a Cristos durante sus últimos años, y se acerca “no sólo a la experiencia humana” de la muerte, sino también “al estado de la investigación científica, de las esperanzas de los seres humanos, de su coraje, de sus preocupaciones, de sus éxitos y fracasos, de las reflexiones sobre la vida y su valor”.
Las alas de la vida pone de relieve la importancia de los cuidados paliativos y, tanto o más, del afecto y la solidaridad de los familiares, amigos y personal sanitario que se relaciona con los enfermos. Especial protagonismo, aunque con una discreción encantadora, tiene Carmen Font, la esposa de Cristos, médica también.
Cristos contribuyó a la formación de diversas asociaciones profesionales de medicina familiar, participó como médico voluntario en Ruanda y fue miembro de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Ya enfermo, ideó artilugios que hicieran más fácil la vida cotidiana de sus compañeros de enfermedad (no hay más de 800 casos diagnosticados). Durante años tuvo un ameno programa de salud en Radio Nacional. Gran aficionado a la música, formó parte de grupos de música gallega.
Las alas de la vida se emitió una semana antes de la muerte de Cristos en el programa Versión española de TVE, que contó con la presencia del director. El documental se rodó entre los años 2003 y 2006 por un reducido equipo que convivió con Cristos y retrató sin el menor rastro de énfasis su vida diaria. Centenares de e-mails de los espectadores de la película le manifestaron su gratitud.
La película forma parte del material escolar recomendado por el Ministerio de Educación de Francia para el curso 2008-2009.