En los últimos meses se han estrenado –o presentado en festivales– una decena de títulos que abordan el final de la vida. La mitad de ellas se centran en la eutanasia o en los cuidados paliativos desde perspectivas muy diferentes. Otras reflejan la vejez como un tiempo en el que las limitaciones físicas o psíquicas no tienen por qué impedir ni el crecimiento ni la felicidad personal.
El pasado mes de septiembre, Pedro Almodóvar ganaba el León de Oro en el Festival de Venecia por una de sus películas más flojas: La habitación de al lado. La cinta cuenta la amistad de dos mujeres, una de ellas enferma de cáncer y decidida a poner fin a su vida. Como no quiere hacerlo en una casa sola, le pide a su amiga –ten amigas para esto– que la acompañe …
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