Steven Spielberg y Peter Jackson han firmado un acuerdo para dirigir y producir una trilogía de películas en tres dimensiones (3-D) sobre Tintín, el héroe del cómic belga, para la Paramount Dream Works.
Las películas en 3-D surgieron a principios de los años 50, pero no llegaron a tener éxito. Una combinación de dificultades tecnológicas, molestias en la visión de los espectadores, que tenían que ponerse unas gafas especiales, y falta de atractivo de los films hicieron que quedaran al margen de la industria. La nueva versión de películas en 3-D exige también que el espectador se ponga unas gafas, pero ya no son como las de antes -rojas y verdes con montura de cartón-, sino negras. El sistema anterior daba dolores de cabeza y vértigo.
Para proyectar las nuevas películas en 3-D se necesita un proyector digital, lo cual limita su difusión. Por ahora, la proyección digital está instalada solo en 2.300 salas de los 27.000 cines de EE.UU, y la proyección en 3-D solo en 700 salas. Los exhibidores son reticentes por el coste que supone adquirir proyectores digitales, cuando no está claro que los espectadores estén dispuestos a pagar un dólar o dos más por la entrada.
En el ambiente de Hollywood hay un nuevo interés por la tecnología en 3-D. Dream Works Animation ha anunciado que a partir de ahora todos sus films serán filmados en 3-D. Jeffrey Katzenberg, director ejecutivo de Dream Works Animation, predice que, a partir de 2009, “un porcentaje significativo de las grandes películas se filmarán y exhibirán en 3-D”.
El desarrollo de las películas en 3-D permitiría al sector cinematográfico competir por la atención de los espectadores, frente a Internet, los videojuegos y el “home cinema”. También sería un modo, al menos temporal, de luchar contra las versiones piratas de los films.
Fuente: International Herald Tribune