“En el jardín” es otra de las propuestas expositivas del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), con obras provenientes de CIAC (Colección Isabel y Agustín Coppel), un acervo institucional con perfil corporativo con sede en México, reconocido en la escena internacional. Se trata de una colección que dialoga sobre un tema muy presente en la sociedad contemporánea: la necesidad de espacios verdes y el auge de la ecología.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo mes de marzo, establece una conexión entre el Jardín Botánico de Culiacán, en Sinaloa, y el coleccionismo de obras que ahondan en la naturaleza y en los jardines.
Grandes artistas modernos y contemporáneos se dan cita en la exhibición, como Tina Modotti, Iván Argote, Mario García Torres, Abraham Cruzvillegas, Pipilotti Rist, Danh Vö, Ana Mendieta, Anri Sala, Ansel Adams, Joseph Beuys o Man Ray, entre otros. Usan diferentes técnicas y formatos: pintura, escultura, cerámica, fotografía, acuarela, dibujo, collage, videoinstalación, arte objeto, impresión digital, etc.
En la propuesta curatorial de Magnolia de la Garza, directora de la CIAC, el espacio y los elementos vegetales del jardín se contemplan a través de representaciones artísticas en distintos soportes. El planteamiento retoma el espíritu del jardín, donde los seres humanos han convivido y disfrutado de la reflexión, el juego, el esparcimiento y la contemplación.
El término heterotopía, acuñado por el francés Michel Foucault, designa espacios segregados que suponen puntos de ruptura con respecto a la normalidad. Dos ejemplos de este tipo de lugares son el museo y el jardín, que son signos de cultura y de poder, y a la vez ofrecen un ámbito para la reflexión. Las obras expuestas en MARCO muestran elementos naturales, detalles de la vegetación, paisajes, estudios de botánica o análisis de la cartografía desde la pintura, que conforman algunas de las perspectivas relacionadas con el concepto de jardín.
Con una museografía diseñada por el estudio arquitectónico LANZA Atelier, se propone un jardín donde el mundo vegetal es sustituido por una serie de representaciones artísticas, manteniendo el carácter de espacio relacional que distingue tanto al museo como al jardín. Podemos ver una instalación con flores desperdigadas por el pavimento –en apariencia naturales, pero que en realidad son réplicas– en Graft, de los puertorriqueños Allora & Calzadilla; y también obras en texto, como B/Order, un letrero en neón que juega con las palabras inglesas border y order, del sudafricano Kendell Geers.
La exposición reúne un total de 135 obras de 89 artistas de distintas épocas y países, con importantes representantes del arte moderno, como la escultora mexicana Ángela Gurría, o fotógrafos del siglo pasado: la italiana Tina Modotti o los norteamericanos Imogen Cunningham y Edward Weston, además del surrealista Man Ray. También se incluye una ilustración del pintor y grabador británico James Bateman.
La reflexión que sugiere la muestra se realiza a través de obras de creadores que han marcado la historia del arte contemporáneo, como Joseph Beuys, fundador del movimiento Fluxus y que estructuró el arte conceptual, o la artista visual inglesa Tacita Dean, el artista conceptual mexicano Abraham Cruzvillegas, la pintora brasileña Beatriz Milhazes, la videoartista suiza Pipilotti Rist, la artista del performance cubana Ana Mendieta, el fotógrafo brasileño Sebastião Salgado o la fotógrafa norteamericana Nan Goldin. Entre las figuras emergentes de arte visual cuya obra ha sido distinguida a nivel internacional se encuentran el colombiano Iván Argote, el kosovar Petrit Halilaj, la checa Eva Koťátková, el español Álvaro Urbano y el brasileño Lucas Arruda.
Recorrido en seis etapas
Las obras se distribuyen en seis núcleos temáticos:
Jardín. Los jardines existen desde la antigüedad y su función ha cambiado según el contexto político y económico de las sociedades; la constante es que siempre se ha tratado de dar un orden a la naturaleza, manteniéndola en un lugar cercano al hábitat humano.
Se muestran referencias a este espacio cotidiano, como Untitled (2010) de Danh Vō, dos fotografías de las flores que encontró cerca de la granja donde vive, cuyas especies fueron identificadas por su padre. La obra Cannabis sativa (2006-2021), del coahuilense Mario García Torres, es una escultura en latón que reproduce la forma de la planta con propiedades medicinales y recreativas. En la pintura I Hate Work (2015-2016), del estadounidense Dan Colen, las flores son un medio pictórico y sus propiedades orgánicas irán transformando su color a través del tiempo.
Borde. La palabra jardín proviene del franco gard y del alemán antiguo gardīn, que significan cercado: un terreno delimitado y separado. En esta segunda sección encontramos esos límites arquitectónicos, como en Altered Climbing Form (IV) (2018), de la escultora portuguesa Leonor Antunes, que pertenece a una serie de sendas escultóricas basadas en un el estudio de relieves realizado por la artista británica Mary Martin. Trans-Form (2019), de la artista polaca Alicja Kwade, presenta dos objetos similares que están juntos, con un espejo de por medio, en una posición encontrada, de tal manera que la imagen real y el reflejo se mezclan.
Tooba, una videoinstalación de la artista iraní Shirin Neshat, es considerada por la curadora como “una de las piezas que mejor representa esta idea de cerco en relación con el sentido del jardín”. Se trata de dos videos que se reproducen uno frente a otro. En el primero se muestra un paisaje con un árbol en el centro de un terreno delimitado por un muro; en el segundo, un grupo de personas se acerca al muro, lo cruza e irrumpe en el espacio rodeando al árbol.
Terrenos baldíos. Las áreas rezagadas de la fragmentación del territorio que no son productivas ni tienen una forma definida, y se caracterizan por la degradación, el abandono o la disfuncionalidad, se contraponen al jardín. Un ejemplo son los paisajes retratados por el norteamericano Gregory Crewdson en sus obras Funerary Black Lot (2018-2019), The Cobra (2018-2019) y Untitled (2003), producidas al modo cinematográfico: se buscan localizaciones, se utiliza iluminación artificial e incluso se contratan actores para que aparezcan como personajes.
Por su parte, Ana Mendieta explora el terreno a través del Land Art y el performance con sus obras Silueta Series (1977), consistentes en acciones en las que intervino el paisaje con su cuerpo, y Untitled (La Jungla Series) (1983), en la que creó imágenes con materiales como barro y lodo, semejando a deidades de la cultura yoruba. Una línea semejante sigue Richard Long, con sus obras Red Slate Line (2015) y Untitled (2016).
Naturaleza. Desde la filosofía y la geografía, a lo largo de la historia se ha tratado de definir el concepto de naturaleza, que en general se refiere a todo lo que no es creado por el ser humano.
Las piezas se vinculan con la naturaleza a través de su representación. En un libro ilustrado de edición limitada, The Orchidaceæ of Mexico & Guatemala (1843), James Bateman documenta sus expediciones en búsqueda de especímenes tropicales. En Untitled (Botanical) (2007), el artista albanés Anri Sala capta en una serie de fotografías la experiencia de estar en un jardín, contemplar el cielo y la vegetación que lo enmarca.
Paisaje. Es una selección de representaciones artísticas que manifiestan una noción del paisaje, en la que se presenta la visión de una escena por parte de un espectador. Paisaje no constituye un término universal, porque algunas culturas no lo tienen.
En esta sección encontramos obras como Jeffrey Pine on Sentinel Dome (1940), una fotografía de paisaje realizada por el estadounidense Ansel Adams. También está Field, Road, Cloud (1997), del chileno Alfredo Jaar, una de las 21 piezas de The Rwanda Project (1994-2000), en el que aborda el genocidio en Ruanda: las imágenes reflejan la belleza del paisaje del lugar, y al lado de cada una, un croquis documenta sutilmente la tragedia.
Cartografía y matemáticas. En la exploración y colonización de nuevos territorios, la cartografía ha permitido medir, conocer, calcular y dominar la naturaleza. Y conforme avanzan los descubrimientos científicos y tecnológicos, la visión de la naturaleza va enriqueciéndose.
La cartografía es abordada directa o indirectamente en las obras de esta sección, como en Diagramma Terremoto (1981), del alemán Joseph Beuys: un dibujo que es a su vez electrocardiograma y sismógrafo, en referencia al clima social de Nápoles a finales de 1980, tras un terremoto de 6,8 grados en la escala de Richter. También se incluye la obra de Man Ray Mathematical Object-Surface à courbure constante negative d’Enneper, dérivée de la pseudo-sphère (1936), una fotografía de un objeto matemático conocido como superficie de Enneper. Por su parte, Sin título (2008-2011) es una pintura con conceptos inscritos en la imagen, que pertenece al proyecto Tornado, del artista belga Francis Alÿs, en el que documentó su persecución de remolinos de tierra en la zona sur de la Ciudad de México.
En definitiva, una interesante lectura de la mano de una de las colecciones de arte contemporáneo más sugerentes del panorama actual.
Un comentario
Ya la visitamos con algunos de los nietos para quienes la experiencia fue totalmente novedosa y enriquecedora. Y para nosotros también. ¡Vale mucho la pena!