Hollywood toma posiciones
A Hollywood le interesan todas las pantallas, también las de los ordenadores. Cinco grandes estudios (Universal, Warner Brothers, Sony, Paramount y MGM) pondrán en marcha el año próximo un servicio de alquiler de películas a través de Internet. Pero si no se dispone de una conexión telefónica de banda ancha, mejor ir al videoclub de la esquina.
Cuando todavía sigue candente el caso Napster y su batalla con las compañías discográficas y los autores por violar derechos de autor (cfr. servicio 150/00), la industria del cine anuncia la distribución de películas por Internet.
Los estudios han decidido recurrir a la distribución por alquiler de grabaciones; es decir, a la fórmula, prevista en muchas leyes de propiedad intelectual, como «la puesta a disposición para uso por tiempo limitado a cambio de un precio». Intentan así salvar un intercambio gratuito como el que se da con archivos de música.
Pedir por catálogo
Pese a la novedad de este anuncio hecho público en Los Angeles el pasado agosto, es conocido que el intercambio de películas ya se realiza a lo largo y ancho del planeta a través de Internet con programas como Morpheus. Otros programas como SwapNut se anuncian en estos días en las web de cinéfilos. Snatch, Traffic, Hannibal, Shrek o Pearl Harbor son algunos de los títulos más pirateados. Se trata de películas de reciente estreno o que acaban de aparecer en vídeo o DVD.
El objetivo de los cinco grandes consiste en hacer llegar al usuario de Internet, mediante la tecnología Moviefly desarrollada por Sony, cualquier película que desee dentro de un catálogo determinado. El internauta se conectará a un portal común donde aparecerá una relación de películas en catálogo y se la descargará a su PC pagando un alquiler.
En los próximos meses se elegirá un nombre para el portal y se comprobará concienzudamente la seguridad del sitio. El servicio será provisto de un software específico (DRM: Digital Rights Management) que se irá actualizando para asegurar un nivel apropiado de protección del copyright y así certificar la distribución de la película encriptada.
Los primeros 100 títulos (de películas actuales y clásicos) estarán disponibles para finales de este año o principios de 2002. El portal, así como la base de datos con los títulos, serán comunes a las cinco compañías cinematográficas, si bien cada una se encargará de decidir por su cuenta los títulos a ofrecer y el precio de descarga.
Yair Landau, presidente de Sony Pictures Digital, afirma que, como un largometraje digitalizado ocupa 500 megabytes, el tiempo estimado de descarga puede requerir de 20 a 40 minutos, dependiendo del ancho de banda. El precio podrá oscilar entre 3 y 5 dólares (600 a 1.000 pesetas).
Almacenado el archivo en el ordenador, se tendrá un plazo de 30 días para ver la película con Windows Media o con Real Player. Durante ese tiempo el usuario podrá rebobinar y avanzar en la película tantas veces como desee, pero sólo podrá verla completa una vez: dentro de las 24 horas siguientes la devolución de la película es automática, pues deja de ser utilizable.
Uno de los títulos más abordados por la piratería en Internet¿Disney y Fox?
Walt Disney y 20th Century Fox han sido los dos únicos grandes estudios que han quedado fuera de esta aventura de Hollywood. Sin embargo, se espera que anuncien pronto sus propias iniciativas de vídeo a petición. Aunque ambas compañías no comentan nada al respecto, fuentes cercanas a Disney también adelantan un servicio de este tipo a través de Internet. Disney lo haría, por ejemplo, desde su propio portal, movies.com.
«He oído que uno de los motivos por los que Disney no participa en el proyecto Moviefly es por su decisión de recurrir a la televisión», afirma Bruce Forest, un consultor de Internet.
Cable vs. Internet
El presidente de Sony Pictures, Mel Harris, califica el nuevo servicio de alquiler on line de «significativo avance en el desarrollo de Internet como entretenimiento». Diez millones de hogares con banda ancha y 35 millones de monitores sólo en Estados Unidos son datos suficientes como para que los cinco estudios se hayan decidido por este proyecto.
Sin embargo, numerosos expertos creen que la distribución de vídeo a petición a través del cable es más rentable. No sólo porque la infraestructura ya está lista -es mejor la situación de Canadá y EE.UU., con un 90% de cobertura, e incluso de países latinoamericanos como Chile, que la europea-, sino porque por cable la película deseada se sirve al instante, mientras que si realizas la demanda mediante Internet debes esperar al menos una hora.
Expertos de la industria dicen que se trata de desarrollar nuevas cajas decodificadoras (los set-top boxes). Además, tanto los consumidores como el sector cinematográfico tienen que esperar a una mayor penetración de la banda ancha para poder distribuir sus películas a través de la red.
Copyright: permiso previo
La última noticia respecto a esta decisión de las cinco compañías cinematográficas de ofrecer un servicio de pay-per-view en Internet se refiere al copyright de las obras que se difundirán.
Y es que un informe reciente de la Oficina Estadounidense del Copyright ha facilitado a los estudios de Hollywood la venta y alquiler de sus películas. Hasta ahora los videoclubs podían poner a disposición de sus socios cualquier película, independientemente de la compañía que la hubiera realizado. Pero a partir de ahora, en Internet, los videoclubs que deseen ofrecer un servicio de venta o alquiler mediante descarga deberán obtener un permiso previo del estudio propietario de la película.
En Estados Unidos los videoclubs han exigido parte del precio por descarga y han argumentado que la decisión de la Oficina del Copyright de imponer la licencia previa reducirá la competencia on line y obligará a los consumidores a pagar precios más altos por descarga.
Otros tipos de piratería
La Asociación Estadounidense de la Industria Cinematográfica calcula que la piratería mundial, incluyendo las copias baratas de vídeos, causa a los estudios una pérdida anual de más de 2.500 millones de dólares. En España una de las sociedades de gestión de los derechos de propiedad intelectual, la Sociedad General de Autores y Editores, afirma que por ahora se trata de un «falso problema», ya que «la red telefónica no permite afrontar la descarga de la película con un mínimo de garantía».
A no ser en los encuentros informáticos (las denominadas parties), la descarga de películas -a diferencia de las canciones- en Internet no está muy popularizada. Lo que sí se estila es la copia de películas en DVD. Mientras la Federación Antipiratería registraba el año pasado un total de 152 películas piratas, en el primer semestre del corriente año la cifra supera los 1.200 DVD piratas intervenidos.
Final Fantasy, el último grito tecnológico de HollywoodLa ficción en la web busca su sitioUna cosa es distribuir películas de Hollywood por Internet y otra el cine realizado para Internet. Después de una etapa en la que se anunciaba una alternativa al cine y a la TV, la mayoría de los sitios dedicados a la producción de contenidos de ficción para Internet han cerrado. Queda AtomShockwawe, con un amplio catálogo de cortometrajes.
Ala vista de otros ensayos probados hasta ahora sobre el entretenimiento o ficción en la web, los estudios no las tienen todas consigo. Tampoco está claro si la producción de contenidos específicamente para Internet tendrá éxito. De forma exclusiva parece que no.
De todas maneras, este es un territorio con luces y sombras. Ciertamente ha sido muy clamoroso el cierre en febrero del portal de Disney Go Network, pero también es conocido que Lucas ha cedido derechos sobre La guerra de las galaxias a AtomShockwave para la promoción de jóvenes directores de cortometrajes. Se puede conseguir en esa dirección el material audiovisual necesario para recrear la obra y aportar nuevas creaciones. Otro caso es el de la película El proyecto de la bruja de Blair.
Spielberg se lanzó también a una aventura en la red (pop.com), con su socio de DreamWorks, Katzenberg. Aunque de la idea inicial a la actual hay diferencias. «En el cine en Internet, afirma Katzenberg, de momento no hay dinero». Así que Spielberg entra en el desarrollo de las webs como apoyos al cine, al vídeo/DVD o a la televisión. Así de Shrek, Final Fantasy o Inteligencia Artificial puede saberse mucho y generar un merchandising que ayude a su éxito en taquilla.
Atom Films (recientemente fusionada con Shockwave) sí es una experiencia interesante, con un éxito modesto, donde no se arriesgan grandes producciones sino series de cortometrajes como Angry Kid, del mismo productor de Chicken Run. La nueva Atom se basa en el negocio on line y en el convencional: vende a las televisiones y al mercado clásico del vídeo. Internet no es un medio para competir con la televisión o el cine, es un complemento.
Una de las pocas webs donde puede verse directamente películas es cinemanow.com. Están clasificadas por géneros; en algunos casos puede verse un breve fragmento de la película, y por supuesto, las hay gratuitas y de pago.
_________________________Webs de referencia:
Loreto Corredoira y Martín ExpósitoLa página de Atom Films, cine on lineSalas de cine: ¿adiós a las bobinas de celuloide?
La industria del cine también tiene abierto un frente tecnológico y económico en las salas de cine. El cine proyectado en pantalla grande sin celuloide (ver servicio 60/94) es ya una realidad tecnológica, pero no parece que su implantación esté siendo muy veloz (existen 38 salas en todo el mundo, de las que dos están en España).
La realización (el rodaje) de películas en vídeo digital va extendiéndose a buen ritmo, de modo que raro es el director que no opta por las nuevas tecnologías. Rodar en digital es bastante más barato y menos complejo que hacerlo en celuloide y el resultado final no desmerece.
Pero, salvo muy contadas excepciones, las películas grabadas en digital tienen que pasarse a 35 mm para poder ser proyectadas en los cines. Un proceso de transformación caro: 40.000 dólares. Es lo que le ocurrirá entre otros a George Lucas, cuando estrene su nueva batalla de la serie galáctica, en mayo de 2002. Lucas se muestra partidario de terminar la cadena evolutiva: «La edición digital fue el primer paso, filmar en digital es el segundo. La parte final de la cadena, la que resulta natural, es que también las salas utilicen este sistema».
Hoy por hoy, cada copia de una película viene a costar unos 3.500 dólares. Todo el trasiego de copias en celuloide, su costosa confección podría evitarse, pero están pendientes cuestiones de seguridad en la transmisión a las salas del archivo electrónico que contiene la película. Según parece, Hollywood optaría por transmitir las películas codificadas a una distribuidora central en cada continente que las reenviaría a los distintos países.
Los expertos coinciden en señalar que, sobre lo tecnológico, primará lo económico. Y serán las grandes compañías cinematográficas norteamericanas, las majors, las que marcarán el ritmo de la renovación de las salas, que transitoriamente tendrán que conservar los sistemas de proyección tradicional.
Los productores suelen quejarse de que los exhibidores son los que más ganan y menos arriesgan, pero lo cierto es que la última revolución tecnológica en las salas, la del sonido, la pagaron los exhibidores. Estos últimos dicen que ya que las distribuidoras se ahorrarán mucho dinero en hacer copias, almacenarlas y transportarlas, deberían contribuir a la fuerte inversión económica que supondrá la implantación de la proyección digital en las salas.
De momento, John Fithian, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios de Cines de Estados Unidos ha afirmado que «se trata de la mayor transición técnica de la historia del cine, sólo comparable a la llegada del sonido en los años 20».
La gran pregunta es si la colonización digital del cine (rodaje, distribución y exhibición) alterará el statu quo económico entre productores, distribuidores y exhibidores. De momento, será muy interesante seguir la actitud de uno de los, a priori, grandes perjudicados, Kodak. Baste decir que revelar y dejar lista para proyectar una película sale a 100 dólares el minuto.
Alberto Fijo