La Turquía de Erdogan tiene el récord de medios de prensa cerrados, acusados de desinformación por no seguir la línea oficial islamista. Ahora también el gobierno francés está descubriendo las ventajas de echar mano de la ley para cerrar las webs que dan una información que se aparta de la doctrina oficial. En este caso, sobre el aborto.
En su afán de quitar cualquier reserva al derecho al aborto, el gobierno socialista está dando muestras de una obstinación sin precedentes desde que la interrupción voluntaria del embarazo (IVG) se legalizó en 1976. Primero quitó del texto de la ley el estado de necesidad (détresse) que justificaba la excepción al principio de respeto a la vida de todo ser humano. Aunque se tratara de una mera formalidad, …
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