Internet se parece mucho a la vida física y real. Si en la calle no confiamos de unos desconocidos que piden el número de teléfono o nuestra dirección, en la red hay que aplicar el mismo principio
Hay negocios especializados en la “venta” de la información personal y aplicaciones y servicios telemáticos cada vez más sensibles en el campo de la privacidad. Se generaliza el trabajo en la nube y el compartir contenidos e información online.
Los sitios web o las “app” móviles nos ofrecen servicios a los que se accede con un simple clic, nos allanan el camino para editar un texto u hoja de cálculo, nos regalan espacio en la web (incluso decenas de gigas) o SMS gratis. Pero todo eso… ¿a cambio de qué?
WhatsApp, que arrasa como sustitutivo de los…
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