El manga, esa expresión artística japonesa que combina narrativa con un peculiar estilo artístico, ha logrado una conquista cultural sin precedentes, hasta convertirse en un fenómeno masivo con miles de lectores en todo el mundo y cambiar la manera en que se consumen las historias visuales. Es así como este material literario ha logrado superar al que fuera su antecesor en la cultura popular, el cómic.
Hoy en día, en cualquier librería existe un apartado singular, donde se ponen a disposición del cliente unos libros ilustrados pequeños, del tamaño de un libro de bolsillo, aunque algunos son más grandes. A diferencia de como se acostumbra, la disposición de estas obras es inversa: para leerse se debe comenzar de atrás hacia adelante, y de derecha a izquierda. El diseño es algo icónico y característico, especialmente los famosos ojos grandes y saltones. Luego de reconocer estas características se puede estar seguro de que, efectivamente, se está ante un manga.
Su éxito es incontestable. Actualmente, estas obras japonesas han encontrado tierra fértil dentro de la cultura occidental, y parece que han venido para quedarse. Pero, en sí, ¿qué es un manga? Es un cómic de origen japonés, habitualmente en blanco y negro (ya que se centran mucho en la calidad del dibujo) y publicados con cierta periodicidad, ya sea semanal o mensualmente.
Unos orígenes no tan recientes
Según Jorge Rodríguez Cruz, estudiante de un doctorado en lenguas modernas en la Universidad de Salamanca, el término manga fue acuñado por primera vez en el siglo XIX por el pintor Katsushika Hokusai, en una de sus obras más famosas: el Hokusai Manga, un compilado de escenas en 15 volúmenes. No obstante, el manga moderno no se originó hasta después de la segunda guerra mundial y la consiguiente ocupación norteamericana.
Entonces el mercado de las historietas se transformó para adaptarse a un público de posguerra, formado en su mayoría por jóvenes del campo que migraban a la ciudad. El principal referente de esta época histórica para el manga fue Osamu Tezuka, considerado el padre del manga moderno. Tezuka fue el primero en introducir características visuales presentes hasta el día de hoy, como los ojos grandes, los peinados extravagantes o el estilo artístico.
El éxito del manga en Occidente
La conquista llevada a cabo por este cómic japonés es contundente y va en aumento. Durante los últimos años, varios mangas se han colocado en las listas de los libros más buscados en diversos países europeos y americanos. En España, en los últimos tres años las ventas han aumentado casi un 200%. En Estados Unidos, en 2020 se vendieron 15 millones de unidades en total; en 2021, 24,4 millones; y en 2022, cerca de 28,4 millones.
El manga es uno de los productos más reconocidos de la cultura pop
Los datos son elocuentes, pero ¿a qué se debe este gran éxito? Según algunos expertos, el auge de este material tiene que ver con la variedad de sus temas, estilos y géneros. El manga se presta a abarcar todo tipo de historias: terror, aventura, romance, historia, gastronomía, deporte o fantasía. Por eso en Japón se suele decir que “hay un manga para cada lector”.
Esta enorme variedad permite complacer los gustos de muchas más personas, y que el público objetivo se expanda exponencialmente. No obstante, además de la versatilidad temática, existe otra razón de mucho peso para explicar la situación editorial favorable del manga: la interdependencia que existe entre el manga y el anime.
Manga y anime, una relación simbiótica
El anime, cine de animación al estilo japonés, es posterior al manga y bebe de su estilo artístico (de hecho, muchas de las series animadas están basadas inicialmente en uno de estos cómics). Sin embargo, su influencia ha sido clave en el triunfo del manga fuera de las fronteras japonesas. Actualmente, las principales plataformas de streaming, como Netflix, HBO Max o Star+, ponen a disposición de la audiencia catálogos bastante bien nutridos de animación japonesa. Así, de manera análoga a lo que ocurre con las películas o series, cuando la audiencia se engancha con una trama, inmediatamente buscan la obra original.
José Andrés Santiago, en un artículo para la Universidad de Vigo, explica que existe una simbiosis entre el manga y el anime que se ampara en una fórmula comercial y creativa consolidada durante décadas de convivencia. “Ambos medios se retroalimentan, se nutren narrativa, formal y argumentalmente, y constituyen los dos extremos de un eje en torno al cual se vertebra una importante industria”, explica. Por tanto, a pesar de ser medios claramente diferenciados, son indispensables el uno del otro para llegar a tener un alcance mayor.
Es imposible no advertir la cooperación que existe entre ambos
Para Santiago, los éxitos del anime acarrean la rápida distribución del manga en los que se inspira, y viceversa, por lo que en Occidente, un fiel lector de manga es también un habitual consumidor de anime. “Las adaptaciones animadas constituyen a menudo una primera toma de contacto para el lector occidental (…), al tiempo que contribuyen a superar prejuicios atávicos vinculados al imaginario manga”, expone Santiago.
Adiós cómic, hola manga
El éxito que ha tenido recientemente la industria del manga ha relegado poco a poco la que fuere su antecesora en la cultura popular hace ya bastantes años: el cómic. Aquellos dibujos que narraban las historias fantásticas de superhéroes como Spiderman, Superman o Batman, y que tan populares fueron entre la infancia durante el siglo XX, parecen estar perdiendo cada vez más terreno en el mercado actual.
Un ejemplo claro es el de Estados Unidos, el país de nacimiento de muchos de los cómics más importantes. Si bien la industria del cómic se encuentra más asentada y tiene un nicho bastante más reconocido, su crecimiento se ha ralentizado últimamente. Para el año 2021, el cómic tuvo un incremento en ventas de 2 millones de unidades con respecto al 2020, lo que es una cifra relativamente baja si se compara con el crecimiento de 9,4 millones de ejemplares que tuvo el manga en el mismo país y en el mismo periodo de tiempo.
Chuck Dixon, veterano guionista de cómics que trabajó en los títulos de Batman durante los años noventa, comentó a través de su canal de YouTube sus impresiones sobre la situación de crecimiento del manga y el desplome cada vez más notorio del cómic tradicional: “No es demasiado difícil de entender, de verdad. Hay mucha dedicación, pasión y habilidad en los mangas, y eso falta casi por completo en los dos grandes (DC Comics y Marvel Comics)”.
A medida que caen las ventas del cómic, el manga lo está reemplazando
Así mismo, el ilustrador comentó que, a diferencia de la versión japonesa, el cómic no desarrolla ningún tipo de innovación: “Marvel y DC son líderes del mercado aquí, y lamentablemente, no hay variedad. No hay nada realmente diferente. No hay algo para todo el mundo, como en el manga”. “Cuando solo hay un sabor en los cómics, por supuesto, la gran baraja de temáticas existente en los mangas se llevará el mercado”.
Un futuro en viñetas orientales
El manga ha revolucionado la manera en la que las personas consumen historias visuales. Lo que comenzó como un entretenimiento propio de niños y adolescentes, ha trascendido hasta seducir a un público con un rango de edad cada vez más amplio, también a los mayores de treinta años.
Su versatilidad temática y su estrecha relación con el anime han llevado a este «nuevo género literario» a encontrar el éxito en Occidente, y a convertirse en un factor interesante para fomentar la lectura entre los jóvenes. Como explica en un artículo Denis López, fundador y editor de la editorial KODAI, la moda del manga puede servir para que » algunos descubran que el problema no era la lectura, sino qué les hacían leer”.
La realidad es que, ahora mismo, el manga forma parte del entretenimiento disponible para las nuevas generaciones, y que su éxito puede ir aumentando conforme pasen los años. Como señala Chuck Dixon, “sé que mis hijos conocen a niños que leen manga, pero no conocen a nadie que lea cómics estadounidenses”.