Agosto de 2019, Biarritz. La cumbre del G7 celebrada hace dos años en la ciudad francesa fue el marco donde la industria de la moda marcó un punto de inflexión. Con Emmanuel Macron, Donald Trump, Angela Merkel o Justin Trudeau –entre otros mandatarios– como testigos, los pesos pesados del sector suscribieron su compromiso con la sostenibilidad.
Poner pausa al cambio climático, renovar la biodiversidad o preservar los océanos son los principales objetivos del Fashion Pact, rubricado por compañías de todos los ámbitos del sector de la moda, desde el lujo al deporte. Entre ellas se encuentran Burberry, Chanel, Kering, LVMH, Adidas, Inditex, Mango, H&M o Bestseller.
¿El objetivo? Liderar las reglas del juego del sector, anticiparse a las estrategias de los gobiernos ante las legislaciones más restrictivas sobre las prácticas industriales y evitar que el sector de la moda vuelva a ser el foco de reivindicaciones en materia de sostenibilidad.
Dos años después de la firma de este acuerdo, los líderes de la moda, en concreto los gigantes de la gran distribución, han acelerado en sus compromisos sostenibles, conscientes de que son ellos los que tienen que ir a la cabeza del cambio, ya que cuentan con la estructura y capital necesario para llevarlo a cabo.
Materiales sostenibles
En ese sentido, el pasado mes de septiembre, el gigante gallego de la moda, Inditex, aprobó en la Junta General de Accionistas, coincidiendo con la presentación de sus resultados financieros del primer semestre del ejercicio 2021, objetivos más exigentes para avanzar en el desarrollo sostenible de la compañía.
Entre sus nuevas metas se encuentra producir emisiones netas cero para 2040, en lugar de en 2050, como tenía previsto anteriormente. Para 2023, dos años antes de lo previsto, Inditex también se compromete a que el 100% del algodón con el que fabrica sus prendas siga criterios sostenibles en su producción.
Por otro lado, la compañía espera que el año que viene el 100% de la energía que utiliza sea de fuentes renovables, frente al objetivo que previamente se había fijado de alcanzar el compromiso del 80% en 2023. Además, el grupo anticipa que, también en 2022, se incremente en un 50% las prendas elaboradas bajo la etiqueta Join Life (producidas utilizando mejores procesos).
Fabricantes como Inditex, Primark o H&M prometen producir con materiales ecológicos y reciclables
En paralelo, Inditex también espera reducir en un 25% el consumo de agua en todas las áreas de su cadena de suministro, así como eliminar los plásticos de un solo uso hasta 2023. En cuanto a fibras, la compañía se ha marcado el objetivo de que en 2025 tanto el poliéster como las fibras celulósicas que utiliza para sus prendas sean sostenibles o recicladas.
Primark, más slow
Al mismo tiempo que Inditex anunciaba sus nuevos objetivos sostenibles, otro gigante de la moda también trazaba una nueva hoja de ruta más eco. La cadena irlandesa Primark, epítome de la fast fashion, ha decidido poner en marcha una nueva estrategia hasta 2030 basada en tres áreas: producto, planeta y personas.
La compañía espera convertirse en un negocio circular en los próximos cinco años cumpliendo diferentes objetivos, como diseñar todas las prendas de manera que sean reciclables, producir con materiales reciclados, utilizar algodón sostenible, reducir las emisiones de carbono en toda su cadena de valor o formar a agricultores para emplear prácticas más regenerativas en el cultivo de algodón.
Además, el grupo irlandés también ha puesto el foco de su estrategia sostenible en el ámbito laboral. En concreto, la empresa planea implementar el denominado salario digno en todas las fábricas que participan en su proceso de producción, así como formar a los trabajadores en conocimientos financieros y garantizarles protección social.
H&M, el primero
Si gigantes de la moda como Inditex o Primark han esperado al último trimestre de 2021 para acelerar en sus estrategias sostenibles, la compañía sueca H&M les lleva un año de delantera en el compromiso de la industria con el medio ambiente.
El grupo explicó hace un año que el 64% de los materiales que utiliza para la fabricación de sus prendas son reciclados o cultivados de manera respetuosa con el medio ambiente y tiene como objetivo llegar al 100% en 2030. Además, H&M también reorientó su estrategia para que en 2025 se reduzca la intensidad de su consumo eléctrico en un 25%.
Los líderes de la moda se preocupan por el medio ambiente, también para obtener el visto bueno de los consumidores
En 2020, el grupo ya alcanzó objetivos como eliminar los químicos tóxicos en toda su cadena de producción, que todo el algodón sostenible o la recogida de 25.000 toneladas de prendas al año para su reciclaje.
Impulsados por el consumidor
Con todo, los líderes de la moda no han tomado estas medidas solo por su preocupación por el medio ambiente y, ni mucho menos, de manera altruista. La inversión económica, el esfuerzo en transparencia y los estándares a los que se someten en cuestión de sostenibilidad son indispensables hoy en día para tener el visto bueno de los consumidores.
En gran medida son los consumidores quienes demandan que la industria de la moda sea más sostenible y para algunos es una condición sine qua non para comprar. De hecho, según el informe Survey: Consumer sentiment on sustainability in fashion, de la consultora McKinsey, dos tercios de los encuestados afirman que, tras la pandemia del coronavirus, se ha vuelto aún más importante limitar los impactos del sector de la moda en el cambio climático.
El documento destaca que un 67% de los encuestados considera que el uso de materiales sostenibles es un factor de compra importante, mientras que otro 63% destaca que consumen más aquellas marcas que promueven la sostenibilidad.
Este factor consumidor está reconocido incluso por las propias empresas: “Es una oportunidad más para impulsar el crecimiento de las ventas tanto de nuestros consumidores habituales como de los nuevos”, explicó Primark tras el anuncio de su nuevo plan sostenible.
De hecho, la sostenibilidad como primer factor de compra es más acusada en consumidores millennials o los pertenecientes a la Generación Z. El informe The global consumer: Change for good, de la consultora Price Waterhouse Coopers, señala que el 62% de los millennials afirma que prefieren consumir moda sostenible, frente al 48% de los baby boomers.