Internet, las redes sociales y los nuevos teléfonos móviles y tablets (como el iPad) están cambiando nuestra forma de relacionarnos y de acceder a la información. La moda, como uno de los sectores que marca tendencia, no se ha quedado atrás. ¿Qué técnicas está utilizando para acercarse cada vez más a su público?
En septiembre, la edición italiana de la revista Vogue lanzó a los quioscos su número en 3D. En la portada, una borrosa Miranda Kerr y su perrito parecen cobrar vida cuando uno se pone las gafas rojas y azules que incluye la revista. Es la primera vez que una publicación de moda lleva al papel una tendencia que está viviendo su segundo boom en el cine. Lo que en los años 50 se convirtiera en un método de los estudios cinematográficos para luchar contra la crisis provocada por la aparición de la televisión, hoy es, en parte, un intento de atraer a los espectadores a las salas y recuperar los beneficios que las descargas de películas por internet les han arrebatado a golpe de clic. Pero, ¿qué hay detrás del uso de las tres dimensiones en el mundo de la moda?
Al alcance de la mano
Rafael Carrasco, profesor de Tecnología de la información en el Centro Universitario Villanueva, señala como revolucionario que la firma ZARA creara a principios de este año una aplicación (1) para iPhone y otros smartphones. Gracias a ello, el consumidor tiene al alcance de su mano, y con una actualización semanal, las novedades de la firma, los distintos catálogos y secciones como las novedades, colección, look y book. Aplicaciones similares han sido desarrolladas también por Ralph Lauren, H&M, Blanco, Nike o la firma de zapatillas deportivas Munich, con su aplicación nativa My Way para personalizar el diseño. Existen empresas que han llevado el modelo hasta el extremo, permitiendo al consumidor no sólo acceder al catálogo y a las novedades, sino también permitir la compra, como es el caso de la empresa YOOX.
Internet es otra de las herramientas que la moda está utilizando para acortar distancias con su público. Los hábitos de consumo han cambiado. La globalización ha roto las fronteras de espacio y de tiempo. Hoy se puede acceder a los catálogos de ropa de tiendas cuya sede física se encuentra al otro lado del océano, y se puede comprar en segundos. Por eso, las grandes marcas han desembarcado en internet para crear vías alternativas que les permitan estar en contacto con sus clientes.
A principios de septiembre, el gigante de la moda Inditex desembarcó en la red con la apertura de la tienda online de Zara, que, por cierto, se bloqueó el primer día por el elevado número de visitas que recibió la página. Algo que a mediados de año ya hicieron El Corte Inglés o Springfield. Y es que, según el último estudio internacional de Nielsen realizado entre 27.000 usuarios de 55 países diferentes, el 36% de los consumidores tiene previsto comprar por internet en los próximos seis meses, cifra que ya supera la compra de billetes de avión online, que alcanzó el 32% (2).
A estas necesidades quieren adaptarse las marcas de ropa cuando crean perfiles en Facebook con millones de fans en todo el mundo: 4,5 millones en el caso de Zara o 900.000 en el caso de la marca de lujo Gucci. Y los nuevos smartphones y los tablets se han convertido en elementos imprescindibles para meterse en el bolsillo de los clientes.
Lo último es recibir una invitación para asistir al desfile de un diseñador en el front-row (la primera fila) pero desde el iPad, como ha hecho Óscar de la Renta. Burberry, por ejemplo, emitió su desfile del 21 de septiembre de la colección primavera-verano en pantallas gigantes de alta definición instaladas en 25 tiendas de 15 países. En tiempo real, los invitados podían comprar las prendas del desfile a través del iPad y las recibirían en su casa siete días más tarde. Las piezas mostradas en las pasarelas habían sido fotografiadas previamente y se pudieron ver en 180 grados a través de los teléfonos móviles, como el propio desfile. Gracias a las nuevas tecnologías, más de 100.000 personas pudieron ver el desfile de Burberry. Sin embargo, aunque puedan verlo en directo, será difícil que, detrás de una pequeña pantalla, puedan vivir el espectáculo del que sólo algunos pocos disfrutaron en vivo y a pocos metros. La tecnología les acercará al glamour de la moda, pero no lo suficiente.
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Notas
(1) En movilidad, una aplicación es un programa que se ejecuta en un smartphone (teléfono inteligente). En general, las aplicaciones móviles permiten a los usuarios finales acceder a un servicio concreto. Como ejemplos más representativos de servicios, están las aplicaciones de medios de comunicación, con noticias y blogs adaptados al formato móvil, aplicaciones basadas en geoposicionamiento, que proporcionan servicios basados en la ubicación del usuario (p. ej. directorio de negocios cercanos al usuario).
(2) “Internet, un negocio fashion” (ABC, 1-09-2010).