La prensa norteamericana ha dado amplia cobertura a las violaciones a la privacidad en Internet por parte de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. y de los gigantes tecnológicos. Lo que no se cuenta, sin embargo, es que los propios medios que denuncian la intromisión también la cometen.
En un artículo en el New York Times (NYT), Timothy Libert, profesor de informática en la Carnegie Mellon University, se lo dice al lector directamente en el titular: “Este artículo está espiándote”.
Según Libert, los sitios de noticias exponen a los lectores a los mismos programas de seguimiento y recolección de datos que la NSA. Por ejemplo, así como esta ha empleado cookies de Google –las mismas que reveló en su momento el exespía Edward Snowden– para identificar objetivos que hackear, los artículos sobre Facebook incluyen códigos de rastreo que permiten a esa red social vigilar lo que están leyendo los internautas.
“El seguimiento en los sitios de noticias es particularmente problemático, porque estos pueden revelar tus preferencias políticas o tus intereses de salud, información que no solo interesa a las compañías que te venden cosas, sino también a los gobiernos, que pueden abusar de ella. Y dado que los medios de comunicación se benefician del seguimiento, al publicar anuncios configurados a los intereses del lector, es poco probable que revelen sus propias prácticas”.
Lo ejemplifica con un artículo sobre el aborto, recientemente publicado por el propio NYT: Libert utilizó un software para cargar el artículo 10 veces con el navegador Chrome. “Con cada carga de página, el software hacía un seguimiento de las transferencias de datos realizadas a empresas externas y generaba un resumen de lo sucedido”.
Así, pudo comprobar que las personas que habían leído el artículo habían sido rastreadas por 50 empresas diferentes, entre ellas una, Oracle BlueKai, que ayuda a otras compañías a “personalizar” campañas de marketing tras procesar un aluvión de datos.
Libert alude además a un estudio efectuado por él, de conjunto con otro experto, en el que compararon 4.000 sitios noticiosos y 4.000 sitios que no lo eran, y pudieron establecer que los sitios informativos dependían más de compañías externas para manejar funciones de sus webs, como las relacionadas con la publicidad. Por ello, para el especialista, “desde una perspectiva de la privacidad, los sitios de noticias están entre los peores de la web”.
Todo comenzó, explica, con la caída de los ingresos por publicidad y suscripción en los medios periodísticos. “En un intento de parar la hemorragia, muchos medios de comunicación se aliaron con las compañías tecnológicas […]. Estas decisiones apresuradas llevaron [a los primeros] a adoptar unas prácticas que suponían sacrificar la privacidad del lector, redujeron su capacidad de mantener relaciones directas con los anunciantes y, en última instancia, pusieron su supervivencia en manos de intermediarios como Google”.
De tal modo, y como las redes de publicidad en Internet se han ido centralizando cada vez más, “el viejo modelo de una prensa libre e independiente está siendo sustituido por otro en que las grandes compañías tecnológicas controlan los datos del usuario y los cordones de la bolsa”.