Hace un año, una marea de chalecos amarillos se manifestó y bloqueó carreteras por casi toda Francia, y logró la atención del público nacional y extranjero. Hoy, el movimiento es más bien historia, pero constituye un caso típico de un nuevo tipo de movilización social capaz de dar protagonismo a sectores que no contaban. Así lo muestra un estudio recién publicado.
El movimiento de los “chalecos amarillos” (gilets jaunes) se sirvió de las redes sociales, como la “primavera árabe”, Occupy Wall Street o, en Francia, La Manif pour Tous. Pero se distingue por ser de base fuertemente local y, sin embargo, haber conseguido alcance nacional.
Ha habido otras protestas durante la presidencia de Emmanuel Macron: contra la bajada del impuesto a las gra…
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