La era digital lleva en sí el sello de la innovación, y la facilidad para comunicarse online forma parte de este fenómeno. Los mensajes de WhatsApp, las videollamadas por Zoom o los emojis son algunos ejemplos de las nuevas formas de comunicarnos, en las que no todo son ventajas.
Hace siglos, una carta tardaba días o meses en llegar a su destinatario. Ahora, basta con tener conexión a Internet para enviar un mensaje en cuestión de segundos. Pero la rapidez no es el único valor posible de la comunicación humana.
Las pantallas, parte clave de esa dinámica de interacción instantánea, nos acaparan tanto que en ocasiones nos es difícil pensar en una vida offline. Cuando nos sucede algo interesante, no se nos ocurre que haya que esperar hasta lle…
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