La “bronca” ha sido unánime y, aunque algunos y algunas, hayan achacado este enfado a un supuesto machismo que ha rechazado la opinión del Jurado por ser mayoritariamente femenino (este año el Jurado estaba compuesto por cuatro mujeres y un hombre), muchos otros han recordado que el enfado por el palmarés del Festival de San Sebastián es un clásico.
Y es que la cita donostiarra confirma –casi cada año– su gusto por premiar un cine hermético y extraño. Un cine que conquista las Conchas de Oro y de Plata pero nunca termina de conquistar al público. Sin embargo, lo importante de un Festival, llámese San Sebastián, Berlín o Cannes, no es tanto su palmarés sino la selección de películas, y hay que reconocer que esta 69 edición ha sido una edició…
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