Con Gran Bretaña (27 de marzo) y España (9 de abril), son ya 13 los Estados que han ratificado la Carta Europea para las Lenguas Regionales o Minoritarias, elaborada por el Consejo de Europa. Otros 12 países la han firmado. A la Carta pueden adherirse todos los países del continente, sean o no miembros del Consejo de Europa. El objetivo del tratado es preservar, como parte del patrimonio cultural europeo, los idiomas minoritarios, algunos de ellos en peligro de extinción. Los Estados se comprometen a proteger estas lenguas -definidas en la Carta como las no oficiales y usadas por una minoría de la población- favoreciendo su enseñanza y permitiendo su empleo ante las administraciones públicas, entre otras medidas.