Una versión de este artículo se publicó en el servicio impreso 30/14
En 2012 el gobierno del Reino Unido encareció notablemente las tasas académicas, autorizando a las universidades a cobrar hasta un tope de 9.000 libras. Al mismo tiempo, todos los estudiantes pueden obtener un préstamo para pagar las tasas y no tienen que devolverlo hasta que consiguen un empleo con un cierto nivel de renta (21.000 libras en la actualidad).
La idea era mejorar la financiación de las universidades y hacer que el graduado, que se iba a beneficiar en el futuro de mejores oportunidades laborales, devolviera lo recibido. Pero empiezan a surgir problemas.
Nick Hillman, un antiguo consejero del actual ministro de Universidades, David Willets, ha expresado recien…
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