Desde 1975 el número de alumnos en colegios privados en Alemania ha ido aumentando hasta alcanzar unos 420.000 en 1991. El crecimiento es más significativo si se tiene en cuenta que el total de alumnos ha descendido de nueve a menos de siete millones, a causa de la baja de natalidad.
Según un estudio que ha publicado la Conferencia Episcopal alemana, los padres que eligen los centros privados valoran especialmente su exigencia en el rendimiento académico, la atención más individualizada al alumno y la garantía de orden y disciplina. En cambio, los centros estatales se están viendo más afectados por problemas de violencia, drogas e indisciplina.
Asimismo, muchos de los padres que matriculan a sus hijos en este tipo de centros quieren que se les eduque conforme a valores morales claros, lo que favorece un nuevo auge de las escuelas confesionales. En los colegios católicos el número de alumnos ha aumentado hasta unos 260.000, aunque se han cerrado una tercera parte de los internados que antes existían. El atractivo de la enseñanza privada se observa también en los territorios de la antigua Alemania del Este, donde se han abierto unos ochenta centros privados.
Según el régimen federal de Alemania, la educación es competencia de los diferentes Länder o Estados federados. Todos subvencionan, cada uno a su manera y en distinta cuantía, la enseñanza no estatal.
Junto al auge de la escuela privada, se observa también la tendencia a dar más autonomía a los centros docentes. En esta línea, ha llamado la atención un documento de las autoridades educativas de Hamburgo, socialistas, que proponen abandonar la tradicional supervisión estatal sobre el sistema educativo para aumentar el margen de autonomía financiera y organizativa de las escuelas. El Estado asignaría una cantidad global para financiar cada escuela, y ésta decidiría su presupuesto, su organización, la selección del profesorado y el número de alumnos por clase. También podrían percibir aportaciones complementarias de los padres y ayudas de patrocinadores.
Con esta mayor autonomía, podría lograrse que cada centro tuviera un perfil propio, con ofertas diferenciadas de servicios educativos. Esta idea de «escuela autónoma» ha despertado un vivo debate y ha sido ya estudiada en la Conferencia de Ministros de Educación de los Länder.