Para desbloquear las objeciones a la Educación para la Ciudadanía (EpC), el Ministerio de Educación y sus altavoces están transmitiendo el mensaje de que es perfectamente flexible y acomodable a todas las ideas. Nada de “catecismo socialista”. Se adapta a todas las tallas, como la ropa pre-mamá. Ninguna familia debe sentirse incómoda con ella.
Para insistir en el mensaje, El País (2-09-2007) dedica una doble página a recoger el amplio abanico de posturas que se observan en los distintos libros de texto de EpC que ofrecen ya algunas editoriales. El titular es neto: “Educación para la Ciudadanía a la carta”. El subtítulo aclara más: “Los libros de texto de la nueva asignatura permiten la enseñanza de las ideologías más dispares” (¿pero la esc…
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