El gobierno español ha preparado un real decreto para ampliar la libertad de elección de centro educativo. Si se aprueba, suavizará la zonificación que impone la actual ley de Educación, de 1985. En el baremo de admisión pierde peso la cercanía del domicilio, puntúa más tener hermanos en el colegio y se introducen criterios complementarios por «circunstancias libremente apreciadas por el colegio».
En el sistema actual, los criterios prioritarios para la admisión son la proximidad del domicilio, tener hermanos en el centro y la renta familiar, por este orden. El empate entre candidatos se resuelve por sorteo.
La reforma amplía las zonas de influencia y las limítrofes asignadas a los centros, especialmente en la enseñanza obligatoria. Ahora, algunos padres domicilian a los hijos en casas de parientes para obtener plaza en el centro deseado. La puntuación por renta familiar queda como estaba. Los nuevos criterios complementarios son la familia numerosa, la proximidad del domicilio laboral de los padres, la minusvalía y cualquier otra circunstancia libremente apreciada por el centro, como el expediente académico o ser hijo de un antiguo alumno. Estos criterios permiten resolver los numerosos empates que se producen entre las solicitudes de admisión.
Otra modificación es la adscripción de un centro de primaria a varios de secundaria. Actualmente cada colegio está adscrito a un solo instituto, donde el alumno tiene derecho a continuar sus estudios siempre que haya plazas. Con la nueva normativa, quienes opten a un centro distinto, por ejemplo uno concertado de los de posible elección, no pierden la prioridad en el centro público correspondiente si cambian de opinión o no encuentran plazas.
Se espera que el decreto vea la luz a finales de marzo. En tal caso, entraría en vigor el próximo curso en las diez Comunidades Autónomas que aún no tienen transferidas las competencias educativas.