Era la promesa estrella del programa del gobernador Jeb Bush en las pasadas elecciones de Florida: utilizar fondos públicos para que las familias puedan también elegir colegios privados, incluidos los religiosos, para sus hijos. La ley ha sido aprobada sin dificultad en el Parlamento del Estado, donde los republicanos tienen mayoría en las dos cámaras.
El plan empezará a funcionar en septiembre del año 2000. Las autoridades estatales inspeccionarán los colegios públicos y los calificarán de la A a la F, según los resultados de los alumnos en el nuevo examen estatal. Los buenos colegios recibirán incentivos. En cambio, los alumnos que estudien en los colegios peor calificados podrán recibir un cheque de 4.000 dólares anuales para cambiar de colegio. Se estima que un 5% de los 3.000 colegios del Estado recibirán la peor calificación.
La aprobación del cheque escolar siempre es polémica. La fórmula se ha llevado a los Tribunales Supremos de Wisconsin, Ohio y Maine, pues sus oponentes alegaban que iba en contra de la separación constitucional entre Iglesia y Estado. Casi con seguridad, la ley de Florida acabará en el Tribunal Supremo, pero los precedentes en los otros Estados no permiten pronosticar el resultado. Los tribunales de Wisconsin y Ohio dictaron que la separación entre Iglesia y Estado no corre peligro porque corresponde a los padres decidir si sus hijos van o no a colegios religiosos. En cambio, en Maine, el juez afirmó la inconstitucionalidad de que los padres pudieran usar fondos públicos para enviar a sus hijos a instituciones religiosas.
El cheque escolar ya se aplica en Wisconsin y Ohio (ver servicios 181/97 y 95/98), pero sólo en las ciudades de Milwaukee y Cleveland, no en todo el territorio estatal como se pretende en Florida. En Maine y Vermont se aprobó para las zonas rurales donde no está desarrollada la red pública, pero con la diferencia de que el cheque no se puede utilizar en colegios religiosos.
El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, también planea introducir el cheque en su ciudad para que las familias con pocos recursos puedan elegir colegio. La fórmula gana cada vez más adeptos precisamente entre las familias con menos dinero. Según el Joint Center for Political and Economic Studies, el 48,1% de los negros está a favor del cheque escolar, mientras que el 39,8% es contrario. En cambio, el 50,2% de los blancos se oponen, sobre el 41,3% favorable.
La mayoría de los negros habían sido tradicionalmente contrarios al cheque escolar. Según Clarence Page (Chicago Tribune, 2-VI-99), la razón del aumento de partidarios se debe a que la población con menos recursos está cada vez más preocupada con dar a «sus hijos» la mejor educación posible, mientras que al resto le preocupa dar la mejor educación posible «a todos los niños».