Según el informe anual del Servicio de Información de las Escuelas Independientes (ISIS), de Gran Bretaña, el número de alumnos en los colegios privados subió un 1,6% el año pasado. Este aumento significa que alrededor de 625.000 alumnos (el 6,5% del total) están matriculados en colegios privados, el número más alto desde hace veinte años.
El gobierno laborista no ha sido excesivamente duro con la enseñanza privada. Según el semanario The Economist (25-IV-98), no ha llevado a término los planes de subir impuestos que había anunciado; pero va a suprimir, a partir del curso próximo, el plan de plazas subvencionadas en colegios privados para familias modestas, que beneficia a unos 40.000 alumnos actualmente. Sin embargo, algunos padres que podrían haber recibido las ayudas parecen dispuestos a pagar de su bolsillo las matrículas escolares, a juzgar por las peticiones de plazas presentadas. Otros acudirán a los sistemas de financiación que ofrecen los propios colegios. Muchas escuelas, en efecto, han constituido fundaciones, con donativos privados, para compensar la pérdida de subvenciones.
A pesar de la reducción de ayudas estatales, parece que la demanda de enseñanza privada seguirá aumentando los próximos años. Por ejemplo, los 1.200 millones de libras que ha recaudado el Dulwich College de Londres para becas sólo servirán para cubrir una parte de las plazas subvencionadas que ha perdido. No obstante, este año ha recibido más solicitudes por parte de quienes pueden pagar la matrícula: un 40% más que la media de los cinco años anteriores.
De todas formas, muchos colegios privados han tenido que cerrar en los últimos años. Otros han recurrido a las fusiones, para crear cadenas de colegios y así compartir gastos administrativos.
Por otro lado, las minorías étnicas y religiosas están fundando sus propios colegios. Existen alrededor de 50 escuelas de este tipo, principalmente en las ciudades. Por lo general, cuentan con pocos recursos: sufren carencias de material escolar y suelen estar albergadas en edificios mal conservados. Muchas aspiran al estatuto de escuela pública, como los numerosos centros católicos, protestantes o judíos con financiación estatal; pero no les está resultando fácil.
El mes pasado, la Islamia School, de Londres, promovida por Yusuf Islam (antes Cat Stevens), se convirtió en la primera escuela islámica financiada por el Estado.